“Muy buenas tardes. A esta hora continuamos pendientes de varios alcances en las carreteras. Uno de ellos en Valladolid, en la A-62, en Cubilla de Santa Marta, y otro en Murcia, en la A-30, en Molina de Segura, por lo que les pedimos mucha precaución en estos puntos”. La voz que hay detrás de este mensaje resulta muy familiar para miles y miles de conductores que a diario escuchan a los siete periodistas del Servicio de Información de Radio y Televisión de la Dirección General de Tráfico (DGT). En este caso se trata de José Antonio Pedrosa (Alameda, Málaga; 31 años). La conexión se produce en plena operación salida de Semana Santa, cuando millones de vehículos se lanzan al asfalto en busca de descanso y se encuentran un camino con grandes retenciones.
Los siete profesionales (cinco hombres y dos mujeres) se dedican a difundir el estado de las carreteras, en especial de incidencias como atascos, accidentes o nevadas, entre otras muchas. Durante 2024, realizaron 77.733 conexiones —la gran mayoría en radios, con 73.477 entradas—, lo que arroja unas 212 al día, y lanzaron una media de 60 mensajes en la cuenta oficial de X. El servicio de información se encuentra en la sede central de la DGT en Madrid, en una especie de pecera dentro del centro del control del tráfico. Los siete puestos con monitores y ordenadores están rodeados de aparatos para conectar en directo con las radios y las televisiones. Fuera, inmensas pantallas de televisión recogen al instante hasta el más mínimo detalle del tráfico de toda España, salvo Cataluña y el País Vasco. Al frente de este equipo está el coordinador Alfonso Martínez (Espinosa de los Monteros, Burgos; 45 años), con ocho años de experiencia en el servicio. “A veces es un poco locura porque todas las radios y algunas televisiones quieren entrar a la vez. Hay momentos de hasta 15 peticiones para una misma hora. Lo que hacemos es grabar entre tres y cinco minutos antes y hacemos los directos con las de ámbito nacional, a las que damos prioridad”, detalla Martínez.
Su trabajo hace que se conozcan España “al dedillo”. De hecho, con un simple vistazo son capaces de identificar un tramo de vía sin necesidad de leer la leyenda de la parte superior de la pantalla. En los monitores del fondo comienza a nevar en Somosierra y en el Alto de los Leones, en Madrid, en plena operación salida. Las conexiones se suceden, van encadenadas y casi no hay tiempo para entretenerse en saludar al periodista del otro lado, al que ya conocen al tener las conexiones pautadas a lo largo de todo el año. “Es un trabajo en el que hay mucha tensión. Hay que ser muy rápido y dar la mayor información posible en el menor tiempo”, reconoce el coordinador. “Cuando hay un accidente, las televisiones nos piden imágenes, pero solo podemos dar planos muy generales y desde lejos. Nunca dejamos que se identifiquen los vehículos para que los familiares no se enteren de esta forma de lo que haya ocurrido”, añade.
El que más ha madrugado este 16 de abril ha sido Alejandro Martín (Madrid, 27 años), que ha comenzado las conexiones a las seis de la madrugada. Al igual que sus compañeros ya sabe de memoria que los problemas comienzan hacia las 6.20 en la M-40 en Coslada (Madrid) y luego se extienden por el resto de vías de entrada de la capital. Se suman las rondas B-10 y B-20, en Barcelona, y la zona de Illescas (Toledo), en la A-42. Después, le tocará a Valencia (A-3) y a Málaga (A-7). “Si no llueve y si no hay accidentes, todo se suele normalizar hacia las diez de la mañana. También se nota mucho que la gente ahora teletrabaja los lunes y los viernes y las intensidades bajan mucho estos dos días, frente a los martes, miércoles y jueves que hay muchos más problemas”, describe Martín. De fondo, se oyen las conexiones de una emisora de El Bierzo (León) y de una radio de Murcia. Para transmitir todos el mismo mensaje, comparten un documento de ordenador en el que van incorporando las incidencias viarias. Estas las reciben a través de los centros de la DGT, de la Guardia Civil, de los helicópteros, del Servei de Transit de Cataluña y de Trafikoa del País Vasco. También las ven directamente en las pantallas de las carreteras y autovías de Tráfico.
Su particular hora punta va desde poco antes de las siete de la mañana hasta las ocho y media, en las que pueden realizar más de 60 o 70 conexiones casi sin parar. El segundo atracón de llamadas va desde las 18.00 a las 20.00 durante los días laborales. El periodista debe tener aún más pericia si entra en alguna televisión, como las que tiene enlace directo con el servicio (Atresmedia, Mediaset, TVE, Telemadrid y Castilla-La Mancha Televisión), ya que mientras hablan tienen que ir tecleando para pinchar las cámaras con las incidencias de la circulación. Esta jornada, al ser un día de gran número de movimientos de vehículos, algunos medios han trasladado equipos y periodistas al propio centro de la DGT.
Los periodistas recuerdan algunos momentos críticos que han vivido en los últimos años. Destaca el de la pandemia, cuando no se cortó el servicio, pese a que la circulación estaba muy restringida. “El mensaje que dábamos es que la gente se quedara en casa, pero había camioneros en las carreteras y teníamos que informarles de si se producían accidentes o cortes. Las televisiones también nos pedían imágenes de las vías completamente vacías”, rememora Martínez. “Se vivió con mucho estrés por querer ofrecer la mejor información y lo más actualizada posible. A veces te ibas a casa tan cansado que pensabas que no habías hecho bien tu trabajo, pero con el paso del tiempo uno se siente orgulloso al recibir la felicitación de muchísimos medios por el gran trabajo realizado”, añade.
Otro momento crítico fue la borrasca Filomena, cuando la enorme nevada dejó en enero de 2021 a la gente en la carretera y no se podía mover un solo vehículo, en especial en la zona centro de la península. “Fue impresionante porque teníamos que dar la información de todo el país y todos los medios querían entrar a la vez. Yo vine desde mi tierra sabiendo que me podía quedar atrapado. Llegué empapado y, como lo preveía, me traje ropa para cambiarme”, recuerda el coordinador. Mientras, las carreteras se van llenando en plena operación salida, con atascos en la A-3, en Rivas (Madrid) y en Valencia; en la A-4, en Pinto; en la AP-7, en Barcelona, y en diversos tramos de la A-7, en Murcia, Almería y Málaga. Las conexiones también se aprovechan para dar consejos a los conductores. Los de esta jornada serán muy claros: tener mucha precaución al volante, consultar el estado del tiempo, respetar los límites de velocidad y descansar cada dos horas.
Mucho más reciente es la tragedia vivida en la dana, el pasado 29 de octubre, cuando decenas y decenas de carreteras se quedaron cortadas e inutilizadas. “Al principio ni nos lo creíamos. Recibimos muchas llamadas, pero no podíamos hacer nada, porque no había ni itinerarios alternativos y no había soluciones. Contactábamos con el centro de gestión del tráfico de Valencia para que nos diera datos, porque algunas cámaras incluso ni funcionaban”, relata Alejandro Martín, con cierta emoción. “Nosotros éramos la voz, los que decíamos que la gente no fuera a Valencia ni se moviera por las carreteras. Y todo ello sin imágenes. Eso sí, lo que nos llegaba es que había gran cantidad de carreteras afectadas y no podías tener todas controladas”, añade José Antonio Pedrosa. El día de la dana desde primera hora (7.53) ya estuvieron diciendo que había previsión de intensas lluvias. Esa jornada lanzaron 76 mensajes solo con la situación en Valencia.
En una esquina del habitáculo está Lucía Andújar (Madrid, 33 años), que lleva tres años y medio en el servicio. Está al frente de la cuenta de X en estos momentos y no para de lanzar mensajes con las carreteras con mayores dificultades en plena salida. Recuerda como uno de los peores momentos recientes las intensas nevadas de enero y febrero: “Había afectadas más de 200 carreteras y con cortes en algunas principales. Son momentos duros porque la gente no se puede mover y se tiene que recomendar que no salga nadie a la carretera”.
Poco a poco, la tarde va pasando y las incidencias en las carreteras bajan o se trasladan hacia los puntos costeros. También desciende el número de conexiones. Está a punto de acabar el servicio, cuando el reloj marca las 23.00. Los micrófonos se apagarán hasta las seis de la madrugada del día siguiente y miles de vehículos vuelvan de nuevo a las carreteras.