Atesoraban un millón de euros en lingotes de oro, un gran número de joyas de origen desconocido y gruesos fajos de billetes escondidos en falsos techos, cajas fuertes o incluso el bote sifónico de la ducha, junto a la alfombrilla de baño. La Guardia Civil ha desarticulado a dos organizaciones investigadas por blanquear hasta 40 millones de euros mediante la compra y venta de metales preciosos como oro y plata. En la operación, bautizada Fenicio-Diávolo 24, han sido detenidas 19 personas por los delitos de blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Siete de ellos ingresaron en prisión provisional. Las organizaciones tenían capacidad para lavar unos 400.000 euros al día y podrían haber introducido en el circuito legal 40 millones de euros en total, aunque las diligencias policiales todavía no han terminado. En la investigación también están implicadas ocho empresas del Parque Joyero de Córdoba.
Los detenidos en esta operación, hecha pública este martes, son mayoritariamente españoles, con presencia de algunos de origen chino, según han explicado fuentes conocedoras de las pesquisas. Algunos tenían antecedentes por tráfico de drogas, extorsiones, amenazas y lesiones. Estas organizaciones dieron una vuelta de tuerca al blanqueo de capitales introduciendo un nuevo delito por medio. Usaban el dinero sucio —del tráfico de drogas, de extorsiones o de la evasión de impuestos— para comprar oro que también era de procedencia ilícita. Gracias a una estructura de empresas pantalla y con la colaboración de otras empresas del sector joyero, reintroducían este metal precioso en el mercado, así como el dinero que percibían por su venta.
Las dos organizaciones desarticuladas desempeñaban el papel del cliente, que tiene mucho dinero ilegal en efectivo y necesita blanquearlo, y el proveedor de ese servicio de lavado. La red criminal, que se encargaba de reintroducir el dinero ilícito en mercado, utilizaba un “sistema complejo”, explica el teniente coronel Óscar Esteban Remacha, jefe del departamento Contra el Narcotráfico de Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO). “El dinero que ya es sucio se enmarrona un poco más comprando oro sucio o metales preciosos ilícitos. ¿De dónde provienen esos metales ilícitos? De diferentes maneras: robos, hurtos, derivaciones de empresas joyeras que no han declarado o regularizado un oro que han sacado. Y con ese oro, una segunda empresa certifica que ese oro es de procedencia lícita”, detalla el teniente coronel. La venta del oro limpio la facturan en empresas pantalla, que no tienen actividad (que simulan una actividad) y el dinero que se recibe, ya legal, se terminaba transfiriendo a los miembros de la organización que habían encargado el blanqueo. En ese proceso el dinero salta por cuentas bancarias de paraísos fiscales, hasta llegar, en este caso, hasta empresas de China.
La investigación arrancó hace poco más de un año, en abril de 2024, al comprobar que una empresa de la provincia de Córdoba recibía grandes cantidades de efectivo. A los agentes les llamó la atención que aceptaran compras de oro en efectivo y no quedaran registradas. Estas empresas están sujetas a la ley de prevención de blanqueo de capitales y no pueden hacer este tipo de transacciones en efectivo.
El equipo de delitos económicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Córdoba comenzó las primeras actuaciones, pero al ver el alcance que podía tener, formaron un equipo en el que también participó el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico y el blanqueo de capitales (CRAIN) y el grupo de blanqueo del narcotráfico de la UCO. La red que se encargaba del blanqueo tenía una oficina en la capital cordobesa y ramificaciones y eslabones en varias provincias, como Madrid, Salamanca y Zamora, desde las que transportaban el dinero en efectivo a varios puntos del territorio nacional para adquirir el oro de procedencia irregular que terminaban vendiendo en diferentes empresas de Córdoba.
La veintena de registros de la operación se realizó de forma simultánea el pasado 18 de junio, la mitad de ellos en Córdoba, pero también en Zamora, Salamanca, Sevilla y Madrid. Además de los 19 detenidos, hay otras seis personas investigadas. En los registros encontraron numerosos lingotes de oro, en diferentes formas, piezas de joyería de plata, y otros objetos como menaje de cocina y cubertería, además de ocho contadoras de dinero. El oro intervenido sumó durante los pesajes 12,5 kilos (con un valor de 1,15 millones), y la plata 15 kilos (15.200 euros). Los fajos de billetes añadieron 615.935 euros a los efectos incautados. Los agentes también intervinieron dos pistolas, cuatro cargadores de arma de fuego y diversa munición.