El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la condena de siete años y medio de prisión a un joven integrante de una banda latina que intentó matar a machetazos a un miembro de un grupo rival en Valladolid. El acusado tenía 18 años cuando, junto a otros compinches de Dominican Don’t Play, atacó un locutorio frecuentado por la banda de Los Trinitarios e hirió gravemente a un hombre con un arma blanca de largas dimensiones. El TSJCyL ha ratificado la pena impuesta por la Audiencia Provincial de Valladolid. La sentencia destaca que los implicados seguían una “misión” encomendada por los líderes de la banda juvenil a la que pertenecían.
El pronunciamiento judicial explica que en la noche del pasado 7 de enero de 2024 el sospechoso se personó en un locutorio del centro de Valladolid junto a otros participantes de la banda de origen latinoamericano Dominican Don’t Play. Los jueces definen esta agrupación como “una banda estructurada de forma jerárquica y con estabilidad temporal, con un reparto de tareas entre sus miembros y que se encuentra dirigida a la comisión de hechos delictivos, usualmente consistentes en ataques a la libertad e integridad de las personas con la finalidad de ejercer el control del que consideran su territorio, y también contra el patrimonio”. El sujeto acudió junto a más compañeros al establecimiento, donde habitualmente se reunían integrantes de la banda rival Los Trinitarios, siguiendo una “misión” encomendada por los jefes de su colectivo.
El joven condenado portaba un machete “de grandes dimensiones”, con una hoja de 40 centímetros. Sus socios llevaban consigo “machetes, cuchillos y un bastón con punta metálica, y alguno llevaba el rostro parcialmente tapado con el objeto de dificultar su identificación”, no así el acusado. Los asaltantes se dirigieron al gerente del local, instándole a salir a la calle, y este se escondió al temerse la amenaza. El miembro juzgado de Dominican Don’t Play se dirigió a otra persona que se encontraba en el negocio y que salió del mismo agarrando un destornillador y ordenó a un compañero que le agrediera con otro machete, aunque no acertó. El acusado “lanzó una cuchillada” que hirió al sujeto en el hombro derecho y luego le impactó en la cara con el machete “con ánimo de ocasionarle la muerte o aceptando que se produjeran todas las consecuencias perjudiciales derivadas de la utilización del arma, incluso la muerte”.
Los demás asaltantes permanecían en el exterior del locutorio y apedrearon el escaparate antes de huir y robar de paso cuatro patinetes eléctricos que se encontraban en el lugar. El dictamen judicial precisa que la víctima sufrió graves heridas en el hombro y en la cara que le han dejado cicatrices de 14 y 10 centímetros de longitud. El acusado fue detenido el 18 de febrero, mes y medio después de sus actos, y lleva desde entonces en prisión provisional. Ha cumplido, por tanto, año y medio de los siete años y seis meses que se le han impuesto como autor de “un delito de homicidio con intervención de quien pertenece a grupo u organización criminal, en grado de tentativa”. Esa agresión conlleva cinco años de privación de libertad a los que se añaden dos y medio por “un delito de robo con violencia o intimidación”. Además, deberá pagar al herido 24.000 euros como indemnización y 1.170 por las lesiones, además de las costas judiciales, el tratamiento médico requerido por la víctima y el valor de los patines sustraídos. La decisión del Tribunal puede recurrirse ante el Supremo.
