Manuel Zafra, presidente de Merck en España, es madrileño. Nació en 1967. Pero su carrera profesional le ha guiado por otros países como Hungría o Canadá. Algo que, a su juicio, “te abre mucho la mente. Puedes entender que el mundo no es de una sola manera”. Pese a que considera que vivió muy bien en ambos países, desde que los abandonó aún no ha vuelto: “Está en la lista de deberes pendientes”, reconoce. Zafra es un gran amante del mar. “Me pasaría horas mirando las olas romper en un acantilado”, dice. Y avisa a navegantes: “Si alguna vez no sabéis donde estoy, buscadme en un campo de golf junto al mar”.
Pregunta. ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Respuesta. Ahora mismo lo que más ocupa mi tiempo libre es jugar al golf. Me tiene enganchado y con mucha pasión. Me gustaría poder jugar todos los días, pero lo hago sobre todo los fines de semana y aprovecho las vacaciones, puentes o alguna escapadita para bajarme a jugar.
P. ¿Cuál fue la última vez que lo hizo?
R. El pasado sábado en Madrid, donde voy cambiando de campos. Juego mucho en Retamares, que está en El Pardo, o en el campo de la federación española. Y cuando hago escapadas suelo bajar a la casa de mi mejor amigo, que vive en Marbella, y ahí hay más de 50 campos, es el paraíso del golf.
P. ¿Qué hándicap tiene?
R. Ahora estoy jugando con hándicap 30. Me gustaría tenerlo mucho más bajo, pero para eso hay que practicar mucho más.
P. ¿Tiene otras aficiones?
R. Me encanta montar en moto. Tengo una de carretera y además tengo la suerte de que mi mujer me acompaña en mis paseos por la sierra, a El Escorial o a Ávila. No somos de grandes rutas, somos disfrutones de fin de semana. Y la otra gran afición es navegar. Lo hacemos principalmente en verano.
P. ¿Dónde va a ir de vacaciones y cuánto tiempo?
R. Solemos ir a Menorca todos los años, donde tenemos una casa. Con mi mujer y mis dos hijos alquilamos un barco y salimos a navegar dos o tres veces a navegar. Pasaré 10 días allí y el resto de los días de vacaciones los voy cogiendo sueltos.
P. ¿Sabe desconectar?
R. Sí. Desconecto bastante bien. Te tienes que entrenar para vivir los momentos libres con mucha intensidad y mucha presencia. El golf me ayuda muchísimo porque es un deporte que necesita mucha concentración y, cuando te quieres dar cuenta, te has olvidado del resto de las cosas.
P. ¿Practica otro deporte además de golf?
R. He estado yendo al gimnasio, pero paré en enero y no he vuelto. Con la actividad de jugar a golf, que son cuatro o cinco horitas, hago ejercicio. Pero tengo pendiente volver al gimnasio en septiembre.
P. ¿Qué viaje recuerda con más cariño y cuál tiene pendiente?
R. Hemos viajado mucho, siempre en familia. Si tengo que elegir uno, recuerdo con mucho cariño cuando fuimos por la costa atlántica francesa hasta París, mis dos hijos eran pequeños. Y me queda por hacer un viaje con mi mujer a la Patagonia. De los sitios donde he estado es donde la naturaleza me ha parecido más apabullante, más brutal. Y quiero que venga conmigo a verlo.
P. ¿Tiene estrés?
R. Seguro que sí tengo estrés, aunque no sea consciente de él. Y cada vez que voy al médico me dice que sí. El balance de mi vida personal y profesional y ser capaz de desconectarme me ayuda a vivir con él.
P. ¿Cómo se definiría?
R. Como una persona que siempre quiere ir hacia delante y aprender cosas nuevas. Soy positivo.
P. ¿Cuál es el sueño que le queda por cumplir?
R. Bajar el hándicap al golf (ríe). Pero también quiero ver crecer a mis nietos.
P. ¿Es caprichoso?
R. Sí, lo soy. Con los relojes, que me gustan mucho.
P. ¿Cuántos tiene?
R. No sé qué decir… más de 20. Y soy de los que cambia de reloj varias veces en el mismo día en función de lo que voy a hacer. Me pongo uno para trabajar y otro para ir a cenar y, si estoy jugando al golf, llevo otro… Me encantan los relojes y me acompañan siempre.
P. ¿Cuál es su preferido?
R. Hubo un año que dije que cada vez que cambie de puesto y vaya ascendiendo me voy a regalar un reloj. Y el primer reloj que me regalé es mi preferido: un Baume & Mercier que me compré en Barcelona. Hay que darse alegrías.
P. ¿Algún otro capricho?
R. Bueno, me gusta mucho la música. Tener siempre un buen equipo. Eso lo cuido.
P. ¿Cuál es su música favorita?
R. Me gusta toda la música. Mi grupo preferido es Simply Red, hace dos semanas he ido a un concierto de Soledad Giménez, de Presuntos Implicados. Pero puedo escuchar boleros de Luis Miguel o a Miley Cyrus o a Adam Smith… No tengo un género, me gusta la música en general. Y el estado de humor influye en la música que escuchas y la utilizo para modularlo. La música me ayuda a viajar, es buena compañera. La escucho, la canto y siempre le presto atención, no es un ruido de fondo.
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