domingo, octubre 26, 2025

Ricos en ladrillo, pobres en liquidez | Negocios

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Hablar de hipoteca inversa en España es pisar terreno resbaladizo. El concepto de vivienda en propiedad, la cultura de mantenerla hasta el final de nuestros días y de dejarla en herencia, está tan arraigada que mencionarlo resulta incómodo. ¿No sería más razonable priorizar el bienestar actual del propietario que el futuro de los herederos?

Un análisis en Social Indicators Research, publicado por un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona, concluye que la hipoteca inversa reduciría en España la tasa de pobreza de los mayores de 65 años que viven solos en un 65,8% de los casos, situándola en el 5,5% del total. El estudio también señala que contribuiría a mitigar la brecha de género en pobreza, llevándola de 4,77 a 0,56 puntos porcentuales.

No todos los mayores ni todos los inmuebles cumplen los requisitos para acceder a este producto financiero y el estudio se centra sólo en el colectivo elegible. Ahora bien, aporta evidencias claras de su potencial. La hipoteca inversa proporcionaría a estos hogares un ingreso adicional medio de alrededor de 3.300 euros anuales (unos 275 euros al mes) que podría ser significativamente mayor en propiedades de alto valor.

Los datos oficiales de la Seguridad Social sitúan la pensión media de jubilación en España en 1.509 euros al mes y la contraprestación por viudedad en 936 euros mensuales. Dado que la mayoría de las mujeres de más de 80 años perciben esta última prestación, sus ingresos mensuales reales están muy lejos de la media del sistema.

Tomando con referencia los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto medio anual de una persona sola de 65 años o más es de 18.987 euros (1.582 euros al mes) y en ciudades donde el coste de la vida es mayor como Madrid es de 23.411 euros(1.950 euros al mes). Está claro que, si vives en una gran ciudad o percibes una pensión de viudedad, llegar a final de mes requiere estirar cada euro que se percibe hasta el límite.

En España, el 88,6% de las personas mayores de 65 años tienen la vivienda en propiedad. Aunque no todas sean susceptibles de acogerse a una hipoteca inversa, nos convendría valorar políticas como las existentes en países como el Reino Unido, con un esquema público-privado, que permitan a colectivos sociales más vulnerables, en especial a las mujeres mayores que cobran solo la pensión de viudedad, tener esta opción.

Como sociedad convendría plantearnos si hay que legar a las futuras generaciones patrimonio o un país mejor, dejar la vivienda en herencia no soluciona un problema estructural. La hipoteca inversa no es perfecta, ni resuelve todos los problemas, pero es una opción. Es absurdo que haya mayores pasando estrecheces teniendo una vivienda.



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