Magnus Carlsen podría haber sido un excelente desactivador de bombas. Sólo alguien con un asombroso control de sus emociones puede lograr lo que él este viernes: salvar una posición perdedora, y casi ganarla, bajo una tremenda presión del reloj contra el portento indio Arjun Erigaisi, 4º del mundo tras este empate. El noruego se consolida como número uno y gana por 7ª vez en Stavanger (Noruega) el Norway Chess, el torneo más duro del año. La ucrania Anna Muzychuk, residente en Valencia, ganó el torneo femenino. Tanto ella como Carlsen cobrarán 700.000 coronas noruegas (60.773 euros), con una bolsa total de unos 300.000 euros para los doce participantes.
“Ganar el torneo es la mejor terapia contra el inmenso dolor que sentí cuando perdí ante [el indio Dommaraju] Gukesh en la sexta ronda. En ese momento perdí el interés por el torneo”, reconoció Carlsen, en referencia a la que quizá sea la derrota más dolorosa de su carrera, frente al vigente campeón del mundo, de 19 años. Ese día, tras cuatro horas de juego magnífico, una lección magistral de alta estrategia, el noruego erró cuando sólo le quedaba rematar.
Su ira fue incontrolable y se tradujo en un tremendo manotazo en la mesa, que ahora recuerda así: “Confío en que los aficionados entiendan el tremendo dolor que puede causar el ajedrez en situaciones como esa; aunque he visto que el vídeo ha circulado por el mundo y seguramente habrá atraído a nuevos aficionados, está claro que ese momento no está entre mis mejores. Confío en que también entiendan que la única persona con quien estaba muy enfadado era yo mismo”. De hecho, Carlsen felicitó a Gukesh y le estrechó la mano sólo dos segundos después. A continuación, y a pesar de que abandonaba la sala a toda velocidad y lleno de furia, se paró un momento y tocó cordialmente la espalda de Gukesh en petición de disculpas. “Luego salí a la calle, me metí en el primer coche de la organización que vi y necesité dos minutos para ser yo mismo. Ahí perdí el interés. Pero luego, cuando [el estadounidense Fabiano] Caruana perdió de manera milagrosa ante Erigaisi, vi que todavía podía ganar el torneo, y lo he conseguido”.
El alivio de este triunfo también suaviza su postura en cuanto a retirarse del ajedrez clásico, como insinúo unos días antes: “Me gusta competir, aunque la modalidad de partidas lentas no es la que más me motiva. Sin embargo, sí me gusta mucho el formato del Norway Chess, con el ritmo acelerado en la partida lenta y la muerte súbita inmediata tras cada partida en tablas. De modo que no cierro la puerta a jugar este torneo y algún otro de ajedrez clásico en 2026. Tampoco lo afirmo, pero no lo niego, a pesar de lo que he sufrido aquí. De momento, voy a hacer una especie de luna de miel con mi mujer [embarazada], y luego ya veremos”.
¿Ve alguien que le pueda arrebatar el número uno pronto? “Sinceramente, ahora mismo no. Reconozco que Gukesh va en camino, pero le falta mucho aún; lo veo como me veo a mí mismo si nos remontamos a 2008 o 2009; por ejemplo, cuando quedé 2º en el torneo de Linares detrás de Anand [indio, pentacampeón del mundo]”.

Pero, en este torneo concreto, Carlsen rozó el fracaso hasta los últimos instantes de la última ronda. Su posición, con las piezas negras, ante Erigaisi estaba muy cerca de la derrota mientras Caruana tenía una ventaja decisiva frente a Gukesh. Si el noruego perdía y el estadounidense ganaba, el primer premio sería para este. Pero Erigaisi se fue enredando; tanto que pasó a estar perdido. Sin embargo, Carlsen tuvo que hacer muchas jugadas en pocos segundos, y no acertó con las jugadas ganadoras, de modo que se agarró el empate, que parecía garantizarle el triunfo en el torneo. Pero justo en ese momento Caruana hizo una pifia tremenda, que tiraba toda su ventaja por la borda. Ahora era Gukesh quien podía ganar el torneo, lo que hubiera supuesto una verdadera tragedia para Carlsen, de consecuencias imprevisibles. Luego, con el primer premio ya asegurado, Carlsen perdió la muerte súbita con Erigaisi.
Tal vez sea verdad que el ajedrez tiene una diosa, Caissa, que en ese momento decidió intervenir para provocar un error de Gukesh que le llevó a la derrota. “Es el dolor del ajedrez”, repetía Carlsen a todos los periodistas que se encontraba por los pasillos tras desactivar la bomba que Erigaisi estuvo tan cerca de detonar.
Resultados de la última ronda: Erigaisi – Carlsen, tablas, ganan blancas; Caruana – Gukesh, 3-0; Yi Wei – Nakamura, tablas, ganan blancas. Torneo femenino: Khadem – Tingjie Lei, 0-3; Koneru – Wenjun Ju, tablas, ganan blancas; Muzychuk – Vaishali, tablas, tablas.
Clasificaciones finales: 1º Carlsen 16; 2º Caruana 15,5; 3º Gukesh 14,5; 3º Nakamura 14; 5º Erigaisi 13; 6º Yi Wei 9,5.
Torneo femenino: 1ª Anna Muzychuk 16,5; 2ª Tingjie Lei 16; 3ª Koneru 15; 4ª Wenjun Ju 13,5; 5ª Vaishali 11; 6º Khadem 9.