En la temporada entre el verano y el otoño, se registra un cambio de temperatura, el cual puede ser brusco para cierto tipo de plantas e incluso para las personas, pero hay otras más que destacan no solo por su versatilidad y adaptación, sino que también por sus propiedades medicinales para combatir enfermedades respiratorias.
El eucalipto es reconocido por su capacidad de adaptación a diversos tipos de suelo y su rápido crecimiento, lo que lo convierte en una opción popular para la reforestación y la producción de madera. Este árbol tiene un ciclo de crecimiento acelerado, que permite la cosecha de madera en periodos relativamente cortos, lo cual es especialmente valioso para la industria del papel y la construcción.
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Además, el eucalipto es conocido por sus propiedades medicinales. El aceite esencial extraído de sus hojas se utiliza en una variedad de productos, desde descongestionantes hasta repelentes de insectos, y es apreciado en la medicina tradicional por sus cualidades antimicrobianas.
A pesar de sus ventajas, el cultivo del eucalipto no está exento de controversia. Su capacidad para consumir grandes cantidades de agua ha generado preocupaciones sobre el impacto en los recursos hídricos locales, especialmente en áreas con climas áridos o semiáridos. Los estudios han mostrado que la presencia de eucaliptos puede reducir la disponibilidad de agua en el suelo, lo que afecta a otras especies vegetales y animales que dependen de estos recursos.
¿Cómo plantar eucalipto por medio de esquejes?
Cultivar eucalipto en casa no solo embellece el ambiente, sino que también aporta beneficios como la purificación del aire. Aunque sembrar eucalipto desde semillas es una opción, propagar esta planta a través de esquejes puede ser una alternativa más sencilla y rápida.
Primero, elige una variedad de eucalipto que se adapte bien a las condiciones interiores, asegúrate de que la planta madre esté sana, ya que de ella dependerá la calidad de los esquejes. Cabe destacar que el mejor momento para tomar los esquejes es durante la primavera o el verano, cuando la planta está en su fase activa de crecimiento.
Selecciona ramas jóvenes y saludables que tengan al menos 15 cm de largo. Usa tijeras de podar limpias y afiladas para cortar los esquejes justo por debajo de un nodo (el punto donde una hoja se une al tallo). Retira las hojas inferiores para dejar un tramo libre de hojas que pueda enterrarse en el suelo.
El eucalipto requiere un sustrato bien drenado para evitar problemas de pudrición. Mezcla tierra para macetas con perlita o arena, llena las macetas o bandejas con esta mezcla y humedécela ligeramente antes de plantar los esquejes. Haz un agujero en el sustrato con un palillo o un lápiz y coloca el extremo cortado del esqueje en el agujero. Asegúrate de que al menos la mitad del esqueje esté enterrada.
Coloca las macetas en un lugar luminoso, pero sin exposición directa al sol, que podría deshidratar los esquejes. Mantén el sustrato ligeramente húmedo pero no empapado. La humedad es crucial para el desarrollo de raíces, así que puedes cubrir los esquejes con una bolsa de plástico transparente para crear un efecto invernadero y mantener la humedad.
Asegúrate de proporcionar suficiente luz y espacio para el crecimiento de las plantas, ya que pueden alcanzar tamaños considerables. También es importante vigilar plagas y enfermedades que puedan afectar la salud de las plantas.
dhfm