El sábado a Isaac Del Toro le vino larga la Clásica de San Sebastián, se le atrancó en la última subida, pero en Getxo, en la meta de Algorta, el prometedor ciclista mexicano, segundo en el Giro, dibujaba arabescos sobrado en la rampa final, sabiéndose ganador. Se destapó en Pike Bidea, con la inestimable colaboración de Juan Ayuso, y se despidió hasta la meta para confirmar su clase y que vuelve a tener piernas de ganador.
La segunda carrera más antigua del calendario español, que se revitalizó tras la pandemia, atrajo a un puñado de equipos del World Tour, y entre ellos fue el UAE el más interesado en que las fugas que se produjeron ya desde la salida junto al Guggenheim en Bilbao, no cuajaran demasiado. Dejando hacer por las orillas de la Ría, las calles de Erandio, los descampados de Lamiako donde el Athletic jugó sus primeros partidos, o bajo la majestuosa estructura del Puente Colgante, una travesía turística pintoresca y barata, a 0,55 euros el viaje, los siete integrantes del equipo de los Emiratos, y por qué no, de Pogacar, que siempre está en espíritu al menos, mantenían las distancias, que seguían igual por el tranquilo paseo de Zugatzarte, las mansiones descomunales de Arriluze o la playa de Ereaga, y que menguaban apenas cuando la carretera subía por Txomintxu hacia el Ayuntamiento.
Así, una vuelta tras otra, mientras el UAE cocía en su propio jugo al pelotón, pese a que la temperatura no era excesiva. Todo quedaba para los dos últimos giros al circuito, el último, tras el toque de campana en la meta, con el paso por Pike Bidea, esa cuesta infernal que ya probaron el Tour y la Vuelta a España. En la anterior lo probó el capitán América, Quinn Simmons, siempre batallador, pero no permitieron los compañeros de Del Toro que la cosa fuera a más, porque Igor Arrieta se sacrificó por la causa, y cuando comenzaban las primeras cuestas de Pike, consiguió que su líder pudiera apuntar y disparar.
Fue Juan Ayuso el que le puso el ritmo, y cuando quemaban ya las piernas, Del Toro aceleró sin que nadie pudiera responder. Lo intentó Alex Aranburu, pero Ayuso ejerció de papel secante, pegándose a su rueda. Cuando el mexicano llegó arriba y comenzó el descenso hacia la Ría, la diferencia era de once segundos, pero a Aranburu, su incómodo acompañante no le dio ningún relevo, así que aunque llegaron Tom Skujins y el sorprendente Héctor Álvarez, de la cosecha de 2012 (18 años), la diferencia con la cabeza no disminuyó, sino que aumentó, así que en la empinada meta algorteña, Del Toro pudo celebrar su triunfo y también el segundo puesto de Juan Ayuso, que le ganó el embalaje a Aranburu.
Casi siete minutos después, en el puesto 57, y con otros 47 ciclistas por detrás, entró en la meta Aleix Espargaró, el piloto motociclista que con 36 años se ha pasado al ciclismo con el maillot del Lidl Trek. En la meta le saludaba Giulio Ciccone, su compañero, ganador el día anterior en San Sebastián y que se había pasado por allí a entrenarse.
