Han pasado dos años desde la última vez que Isaac Hernández (Guadalajara, 1990) compareció por última vez ante el público del Auditorio Nacional. Como si de un acto habitual se tratará, verlo sobre el escenario resulta casi familiar: el bailarín mexicano ejecutando a la perfección sus movimientos, brincos, giros y flexiones, el control absoluto del cuerpo logrado con horas de entrenamiento.
Desde la butaca resulta injusto pensar solo en la estrella que brilla sobre el tablado. Faltan pocas horas para que Hernández vuelva a enfrentarse a su público: el espectáculo “Despertares”, que él mismo produce, ofrece hoy la única función de su décima edición en el recinto de Paseo de la Reforma. Antes, el mexicano y sus amigos, todos bailarines del más alto nivel en las mejores compañías del mundo, deben cumplir con lo que la gente no ve: las arduas jornadas de ensayo, comparables a las de cualquier atleta de alto rendimiento: pueden ser hasta diez y no menos de ocho horas.
La cita es temprano, sobre el escenario han sido dispuestas seis barras móviles, ahí están los 15 artistas que en el programa ejecutan piezas de ballet y quienes saben que el día será largo. Dos días antes del espectáculo, acuden a una clase de ballet, el profesor invitado es Pedro Lapetra, quien trabajó 12 años con el English National Ballet, y quien ahora da indicaciones, tanto a la pianista que les acompaña, como a los bailarines.
“Muy bien, muchas gracias”, les dice en inglés cada que terminan una ronda de movimientos. La sesión ha ido en aumento, desde los estiramientos y movimientos básicos hasta secuencias más complicadas que le ayudan a entrar en calor; así, van desapareciendo las chamarras y los pants para dejar lugar a las mallas y los calentadores. Isaac también se despoja de la chamarra que lo cubre, en su lugar aparece la playera promocional de “Despertares” en cuya parte trasera están los nombres de los participantes de este año.
Antes de que el telón se levante esta noche, el elenco completo celebra dos ensayos generales: ambos repasan el montaje íntegro y utilizan el vestuario. Llevar a cabo la gala no es cosa fácil, además del elenco, la producción congrega al menos 52 personas de staff, con los bailarines viajan masajistas, terapeutas, vestuaristas, servicio médico, incluido un cardiólogo y una ambulancia, así como una flotilla de vehículos con choferes al servicio del grupo. Los ensayos inician por cuenta de cada bailarín hasta tres meses antes y conforme se acerca la fecha, los preparativos resultan más agotadores. Pero ese es el costo de que está noche se vuelva a escuchar en el Auditorio Nacional: “Tercera llamada, comenzamos”.
A DETALLE
-El programa de Despertares incluye obras coreográficas de ballet clásico, contemporáneo, urbano, jazz, popping, entre otros.
-El espectáculo nació en 2011 y desde entonces ha celebrado diez ediciones.
-Algunos bailarines invitados son Alessandro Frola, Alina Cojocaru, Aran Bell; Braylon Browler, Brooklyn Mack, Chey Jurado, entre otros.
FOTO: ALFREDO PELCASTRE
MAAZ