Parece que a muchos les urge que el mundo se acabe. Aunque, seguramente, la mayoría comparte los vaticinios agoreros para dar rienda suelta a sus emociones, procesar eventos globales y participar en conversaciones sociales, lo cierto es que en tiempos de incertidumbre y cambios rápidos, los contenidos apocalípticos ofrecen una forma de procesar el caos y encontrar algún sentido en él.
Sucedió en 2012 con el fin del mundo del calendario maya. Mucho antes, a mediados de los setenta, la psíquica Nancy Lieder aseguró que una civilización alienígena le había advertido que Nibiru sería el responsable de poner el punto final a nuestros días. Un choque planetario que agendó para mayo de 2003, pero nada…
El famoso planeta Nibiru, por cierto, ha vuelto a aparecer en las redes sociales. Incluso se aporta una fotografía difusa de su proximidad.
Un usuario, escribió a finales de septiembre en X: «#Nibiru se deja ver nuevamente esta vez desde una montaña en #Colorado»
#Nibiru se deja ver nuevamente esta vez desde una montaña en #Colorado pic.twitter.com/xxiOCeafZG
— X (@EarthquakeChil1) September 28, 2024
Lo de «claramente» debe ser un eufemismo. Pero la imagen es muy, muy similar a la que comparte otro usuario a través de la misma red social. Este usuario dice que una Cámara de la Federal Aviation Administration (FAA) consiguió una imagen de Nibiru desde bahía Larsen, Alaska. 27/09/2024 «Todavía está allí. Todavía se está observando. Cada vez está más cerca de nosotros» -reza el post.
Pero lo cierto es que cuando uno acude a la web de la FAA no parece que se haya ningún objeto de este tipo la cámara. No aparece nada. Lo más probable es que se trate de un artefacto visual temporal, como un destello de lente. Por la posición del Sol diría que un lens flarer.
La creencia en Nibiru como la némesis de nuestro planeta se remonta a 1976, cuando Zecharia Sitchin, eminente orientalista y experto bíblico, publica su libro El duodécimo planeta.
De acuerdo a la traducción de antiguos textos sumerios, Sitchin dedujo que este misterioso planeta orbitaría alrededor del Sol cada 3.600 años. Pero, los científicos aseguran que una órbita tan excéntrica crearía inestabilidades dentro del Sistema Solar y, sin embargo, no han sido detectadas.
Ojo, existen evidencias de un Planeta Nueve más allá de la órbita de Neptuno. Su existencia fue sugerida por primera vez en 2014 y podría explicar las órbitas inusuales de algunos objetos transneptunianos distantes. Su búsqueda científica ha sido interpretada por los creyentes en Nibiru y conspiracionistas como una señal de validación del planeta asesino. Y es que la creencia en Nibiru está tan instalada en el imaginario colectivo que el astrobiólogo de la NASA David Morrison trató de responder «a todas esas personas que están realmente asustadas y ver si podemos obtener algunos datos para contrarrestar la mitología que circula en Internet».
Y añadió: «La NASA no tiene nada que ver con el planeta Nibiru, porque no existe», respondió tajante.