Goku y Piccolo en la autoescuela: efectivamente, es todo lo que le pido a Dragon Ball.
Ocurre continuamente a la hora de adaptar un manga al anime: llegan a los episodios más actuales y toca meter relleno para que siga habiendo un nuevo capítulo semanal. Este relleno puede estar integrado en la clan (por ejemplo, con un flashback o metiendo diálogos y situaciones que no estaban en las viñetas pero no cambian mínimo)… O puede ser poco completamente diverso. Y esto es lo que pasó cuando en Dragon Ball Z se plantearon la necesario pregunta «¿Qué pasaría si Goku y Piccolo se sacaran el carnet de conducir?».
Vamos a chocar, todos a la vez
Para muchos es el peor episodio de la serie. Para otros el mejor. Depende del nivel de ganas de coña marinera que tengas encima, pero el caso es que el episodio 125 de Dragon Ball Z, enmarcado puntual en medio de la clan de Trunks y los Androides, es recordado por todo el mundo. Y eso que el material en el que se fundamento no puede ser más escaso: las portadillas de los capítulos 255 y 256 del manga, donde Goku y Piccolo intentaban conducir.
En este caso, ningún de los dos acababa sacándose el carnet, lo que tiene cierto sentido si tenemos en cuenta que pueden demoler a una velocidad increíble (Gotenks podía dar la revés al mundo dos veces en treinta minutos). Lo más atípico es que este episodio ha tenido una relato treinta primaveras a posteriori en Dragon Ball Super: Super Hero. Y tiene todo el sentido del mundo.
Sabiendo que todos los fans íbamos a coger el parpadeo a la primera, cuando Piccolo alcahuetería de poner en marcha la nave y le sale penoso, demostrando que se le da mejor demoler que manejar controles, acaba reconociendo que ni siquiera llegó a sacarse el carnet de conducir. A posteriori de Dragon Ball Daima, ¿podemos tener una serie solo de la autoescuela saiyan, por ayuda?