sábado, junio 7, 2025

El F50 español lidera el GP de SailGP de Nueva York tras la primera jornada | Deportes

Share



Antes de zarpar, barcos con tres tripulantes y no el tope de seis, no hay viento y hay que volar sin peso, habla Diego Botín, el conductor de barco español: “Somos un equipo remontador. Vamos siempre de atrás adelante. Lo más flojo nuestro son las salidas, pero ya alrededor del campo nos desarrollamos bien”. No había pasado ni un minuto cuando la carrera le dejó en falso. Como si al volante estuviera un Max Verstappen, su F50 salió lanzado, el primero, en progresión, y en un santiamén abrió hueco con el resto de la flota, 11 barcos tan manejables como camas de hospital en pasillos estrechos. Fue el inicio de un gran mediodía de regatas en Nueva York. La primera jornada, tres carreras, terminó con España primera, con 25 puntos (una victoria, un cuarto y un tercer puesto), por 20 de Dinamarca y Francia.

Quizás las células de la tormenta eléctrica que se prepara, y de los chaparrones que salpicaron el agua turbia del Hudson metódicamente ante la mirada velada de la bruma de Lady Liberty, modificaron tanto las condiciones habituales del campo de regatas que en la primera carrera el F50 español trazó su ruta –siempre la consigna, esquivar las zonas de tráfico, los atascos en las puertas—por delante de todos, imperturbable, volando el 91% del tiempo, y más que foils en ele parecía que montaba patines de hielo de afiladas cuchillas que no herían el agua, suaves, lisas, lisas, aliadas de las corrientes. “Cuando vamos tres es todo tan ligerito que hay que ser muy finos también para poder mantenerlo encima de los foils y es un poco más complicado”, dice Botín después de la carrera. “Pero lo hemos conseguido hacer bien. Cuando el equipo ves que está coordinado y las cosas salen, la sensación es brutal”.

España vuela y los demás se atropellan como en un cruce de Palermo, hasta se agobian las grandes figuras mediáticas de la vela, lideradas por el australiano Tom Slingsby, el más buscado por varias razones, porque ganó las tres primeras temporadas (racha rota por España, ganadora de la cuarta), porque ha encontrado un patrocinador potente para su barco, el de los Flying Roos (los canguros volantes) una marca de calzoncillos que le ha pedido ser modelo para lucir sus gayumbos, y lo ha hecho, y porque también ha logrado que inviertan en su proyecto Deadpool y Lobezno, los actores Ryan Reynolds y Hugh Jackman, glamour a la australiana.

Cuando España no vuela, en la segunda regata, en la que salió la última, lejos de todos, y en la tercera, España remonta siguiendo siempre su propio camino, lejos del tráfico, y aunque los patines avanzan como cuchillos que extienden El Mordjene, la rica nocilla argelina, trabajosamente, encuentran la corriente que los acelera, y el golpe del viento. “No quieres estar metido demasiado en tráfico pero también quieres estar en el lado favorecido del campo”, dice la estratega Nicole van der Velden. “Siempre es un equilibrio entre no estar metido en el tráfico y estar donde toca”.

Desde la cabina de los técnicos, algo así como el muro de la F1, el entrenador del equipo Simone Salvà y Joan Cardona dirigen, aconsejan. “Ellos nos han llevado por el campo como tocaba. Nos hemos podido concentrar en conducir el barco, que era un día muy complicado y muy prioritario en el tema de la técnica”, explica Botín, que recuerda que las puertas de arriba y de abajo son los puntos en los que más ganancias y pérdidas se pueden hacer, y que cuando toman la de arriba ya piensan en cómo aproximar la de abajo para evitar apelotonarse con todos. “Y cuando estás volando solamente te centras en mantenerlo volando, si sigues volando sabes que estás en una buena situación y cuando te caes toca mirar para todos lados, coger la próxima presión de viento y el primer momento que puedas para despegar porque si no te cogen”.

No les cogen apenas. El ferry naranja de Staten Island recupera su ruta habitual a través del trapecio de los veleros. El domingo, con más viento y mejores condiciones previstas —“creo que vamos a estar los seis tripulantes y va a ser pruebas de todos foileando alrededor del campo, o sea que muy bien para terminar”, anticipa Botín— disputarán otras tres carreras de flota para clasificarse entre los tres primeros y terminar disputando la final.



Source link

Read more

Local News