Dada una realidad incómoda o conflictiva, siempre habrá quien apele al recurso ficticio de lo conspirativo aduciendo egocéntricamente que muchos individuos o incluso instituciones están orquestando algo negativo en contra de él. De tal cosa ha escrito un pequeño texto, traducido por Lucía Alba Martínez, Pierre André Taguieff (París, 1946), autor de obras de sociología y director de investigación del Centre National de la Recherche Scientifique.
En él aborda las teorías de la conspiración (las llamadas «conspiracy theories» o «Verschwörungstheorien»; por algo son tan de signo anglosajón), que suelen ser «juzgadas como irracionales por los filósofos, los historiadores y los especialistas en ciencias sociales», al decir del escritor. Y, en efecto, «se las relega al reino de lo falso y lo delirante». En respuesta a ello, Taguieff lo convierte en un objeto de análisis profundo.
Atentados terroristas
Tales teorías aparecen en los dirigentes de regímenes autoritarios antiliberales, como Putin y Orbán, aduce, aunque también se acusa a las teorías de la conspiración de haber propiciado atentados terroristas y de servir como entretenimiento superfluo del pueblo, ya que «la temática resulta atractiva: vende». Taguieff explora en qué ámbitos sucede semejante temática, señalando que se trata de una narrativa maniquea que describe una lucha entre el Bien y el Mal, de tono tan sensacionalista como ocultista, que busca denigrar al que se considera el enemigo. ¿Son útiles para influir en la opinión de las masas? El sociólogo se preocupa de contestar entendiendo la parte psicológica y manipuladora que hay detrás en torno a sus aspectos afectivos y cognitivos, alcanzando «delirios paranoicos con componente apocalíptico».
Lo mejor es que no querrá juzgar el conspiracionismo, pues denunciarlo como algo patológico podría reforzar la creencia conspiracionista en lugar de debilitarla, sino de entenderlo, ya que responde «a una demanda de sentido y coherencia que, en las sociedades complejas, es tanto mayor cuanto que la incertidumbre y la sospecha alimentan el desconcierto». Un útil escrito sobre lo que Taguieff da en llamar «la banalización de la sospecha».
▲Lo mejor
Cómo explica la psicología de la conspiración en el entramado social y económico
▼Lo peor
Que el autor se podría haber extendido más en los ejemplos actuales