martes, agosto 5, 2025

Estados Unidos retira la pena de muerte en los juicios contra El Mayo Zambada y otros capos mexicanos

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El Mayo Zambada, el capo de las mil vidas, podrá alargar su leyenda en Estados Unidos. A pesar de su estruendosa caída, entregado a la fuerza bajo traición a manos de su ahijado, el narcotraficante de 77 años pasará los últimos días de su vida en una celda estadounidense. El Departamento de Justicia de Donald Trump ha notificado oficialmente este martes que no buscará la pena de muerte contra quien fuera uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa. Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes, alias El Viceroy, otros destacados capos recientemente entregados a Washington por autoridades mexicanas, recibirán el mismo beneficio, que apunta a un pacto entre fiscales y defensas para lograr acuerdos de culpabilidad.

La noticia ha sido trasladada por Joseph Nocella, el fiscal del caso, al juez Brian Cogan, quien preside el juicio que se lleva contra Zambada García en la Corte del Distrito Este de Nueva York. “La fiscal general (Pam Bondi) ha autorizado y ordenado a esta oficina no buscar la pena de muerte en contra del acusado”, se lee en el escueto documento enviado este martes, también firmado por otros abogados del caso, Francisco J. Navarro, Robert M. Pollack y Lauren A. Bowman.

Frank Perez, el abogado defensor de El Mayo, ha celebrado que Bondi haya retirado de la mesa la posibilidad de que su cliente terminara en el pasillo de los condenados a muerte. “Damos la bienvenida a esta decisión que marca un importante paso para alcanzar una solución justa”, señaló el letrado a través de un comunicado. Perez llevaba trabajando en alternativas para el proceso judicial de su cliente al menos desde enero, cuando las autoridades federales de Washington admitieron que estaban construyendo un posible acuerdo.

Zambada enfrenta 17 cargos por delitos relacionados con narcotráfico, lavado de dinero, tráfico de armas, secuestros y asesinatos. Al retirar la pena capital entre de los posibles resultados del proceso judicial, se fortalece la negociación entre la defensa de El Mayo y el Gobierno de Trump para alcanzar un acuerdo de culpabilidad.

El 25 de julio se cumplió un año de la caída en un aeropuerto de Nuevo México del jefe criminal, quien nunca en su vida había pisado una prisión en su país natal. En esa operación también fue apresado Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán y uno de los miembros más destacados de Los Chapitos, la facción del cártel controlada por los vástagos del capo sentenciado a cadena perpetua. El arresto, según contó el propio Mayo en una carta escrita desde prisión, fue una traición orquestada por su ahijado. “Estados Unidos carece de legitimidad para imponerme una sanción tan grave como la pena de muerte”, dijo el capo en esa misma carta.

Ovidio Guzmán López, otro de los hijos de El Chapo, se declaró en julio culpable de los cargos de narcotráfico que le imputa Estados Unidos. Es el primero entre los herederos de Guzmán Loera que llega a un acuerdo con las autoridades del Departamento de Justicia. El Gobierno de Trump lo responsabiliza de la llegada de enormes cantidades de fentanilo al país. Joaquín, quien entregó a El Mayo, está en negociaciones para seguir los pasos de Ovidio.

El beneficio anunciado hoy también toca a Caro Quintero, quizá el capo más emblemático entre los 29 criminales que el Gobierno de Claudia Sheinbaum entregó a Donald Trump al inicio del mandato del republicano. El veterano narcotraficante, también con más de siete décadas de vida, comparecerá por primera vez frente a la justicia estadounidense para responder por el homicidio de Enrique Kiki Camarena, el agente de la DEA, ocurrido hace 40 años. La próxima vista judicial de Caro Quintero en Nueva York será el 18 de septiembre.

El Viceroy, de el Cártel de Juárez, hermano del legendario capo Amado Carrillo, conocido como El Señor de los Cielos, tendrá también un otoño atareado con la justicia. Vicente Carrillo recibió en 2021 una sentencia de 28 años de prisión de manos de las autoridades mexicanas. Pasaron menos de cuatro años desde entonces, cuando fue enviado al norte como parte del impresionante e histórico operativo de entrega de capos mexicanos a los estadounidenses.

Cuando Estados Unidos recibió a estos narcotraficantes, anunció que buscaría la pena de muerte para cuatro de ellos. El Viceroy se ha librado hoy de esa carga, al igual que Caro Quintero. Solo quedan dos candidatos a la pena capital, José Rodolfo Villarreal Hernández, un gatillero de los Beltrán Leyva que será juzgado en Texas, y Andrew Clark, el único canadiense dentro del paquete, e integrante del Cartel Jalisco Nueva Generación, quien responderá a un juez en California.



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