En el municipio se recibieron 744 denuncias en 2024; es el cuarto a nivel estado con el mayor número
Desde hace ocho años, Guasave se mantiene en alerta por violencia de género y a pesar de que en los últimos dos años no se han registrado feminicidios en el municipio, la violencia contra las mujeres sigue presente en distintas formas; desde agresiones físicas y psicológicas hasta intentos de denuncia que no prosperan.
De acuerdo con los datos consultados en la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública, para finalizar el 2024 se registraron 6 mil 788 denuncias por violencia familiar, de las cuales en Guasave fueron 744, en Culiacán 2 mil 526, Ahome 1 mil 417, Mazatlán 1 mil 057, y Navolato 357.
Durante los primeros dos meses del 2025 el Departamento de Psicología del IMMUJERES ha atendido a 63 mujeres, mientras que en el departamento jurídico se han brindado 72 asesorías, de las cuales solamente 10 de ellas terminaron en denuncia contra sus agresores.
Guasave fue el primer municipio de Sinaloa en implementar los relojes de pánico, dicha medida sólo se aplica a víctimas a las cuales se considera que están en riesgo extremo; en diciembre del año pasado se le otorgó esta medida de protección a dos mujeres y de acuerdo con Kena Leyva Camacho, directora del IMMUJERES, a principios de enero se le brindó a una mujer más; sin embargo, ninguna de ellas se ha visto en la necesidad de presionarlo.
Juan de Dios López Rubio, secretario de Seguridad Ciudadana y Movilidad Sustentable de Guasave, destacó que durante la última semana la Unidad de Género recibió cerca de 44 denuncias por violencia ejercida hacía mujeres, pero las denuncias ante el Ministerio Público suelen reducirse.
“Entonces la Unidad de Género no para, pero no todas las mujeres que ponen la queja denuncian ante el Ministerio Público. No hay mucha cultura de la denuncia”, explicó el funcionario.
López Rubio también subrayó que, a pesar de que en el municipio no se han presentado feminicidios en los últimos dos años, todavía se mantiene en alerta por violencia de género, y no se muestra optimista en que algún día se vaya a retirar.
El “último” feminicidio
Bertha Alicia “N”, de 70 años, había anexado a su nieto, quien era adicto a las drogas, y en un “ajuste de cuentas”, éste decapitó a su abuela.
Los hechos se registraron en la sindicatura Juan José Ríos, del municipio de Guasave, cuando familiares localizaron el cuerpo de Bertha en su domicilio.
Bertha Alicia se convirtió en el caso número ocho de feminicidio del año 2023; desde el mes de abril de ese año, Guasave se ha mantenido sin feminicidios.
La historia de Guadalupe
Guadalupe contrajo matrimonio con Luis en el 2023; seis meses después, ocurrió la primera agresión, cuando después de unas copas, él la agredió física y psicológicamente.
Primero vinieron los gritos con palabras hirientes hacía su esposa, después llegaron los empujones, jaloneos de pelo, hasta llegar a golpes más contundentes.
En ese primer impacto ella dice haber desconocido al hombre que en el principio de su relación se había empeñado tanto por demostrarle que los malos antecedentes que se le atribuían por agredir a sus parejas anteriores, eran un invento de las víctimas, pero comentó que en ese instante el peso de los rumores pasados y las publicaciones en las páginas de Facebook, se hizo insoportable al estar en ese cuarto sin poder dar un grito de ayuda y con el cráneo adolorido.
“Yo lo que quería era llamarle a mi mamá y decirle todo lo que estaba pasando, pero no podía hablar con nadie… Apenas teníamos seis meses de casados y nadie me iba a creer”, confesó Guadalupe.
Ese fue el inicio de la espiral de la violencia en la que se vio atrapada. A veces Luis dejaba moretones en sus brazos con sus golpes y en una ocasión la agredió con fumigante para insectos, el cual fue rociado sobre su rostro. Nunca había explicación o una disculpa por parte de su esposo.
Nadie podía intervenir, pues su mismo agresor la aisló de todos sus círculos más cercanos, incluyendo su familia, evitando así que Guadalupe tuviera una red de apoyo, que en casos como estos resulta fundamental para poder romper el círculo.
A pesar del miedo y las amenazas, Guadalupe acudió al IMMUJERES para interponer una demanda en contra de su ahora ex esposo; sin embargo, el intento no procedió por falta de evidencias.
“El seguimiento fue más que nada psicológico, fue una denuncia, pero no pasó nada, no hicieron nada…, él ya tiene tres denuncias. Con la mía cuatro”, comentó.
El testimonio de Guadalupe pasó a ser parte de las cifras del último semestre del 2024 del instituto. Ella pudo romper el círculo de violencia y el silencio, otras mujeres ya no pueden hacerlo.
Artículo publicado el 9 de marzo de 2025 en la edición 1154 del semanario Ríodoce.