martes, diciembre 2, 2025

Identificada la víctima de un asesinato que ocurrió hace 34 años en Avilés | España

Share



Ocurrió hace 34 años, el 6 de enero 1991, y hasta este año la Guardia Civil no había podido identificar el cuerpo de la víctima de un asesinato al que todos llamaban el crimen de Reyes. El reconocimiento del cadáver ha sido posible gracias a nuevas técnicas científicas y hoy se sabe que se trataba de una joven de 24 años y vecina de Avilés, cuya desaparición no fue notificada a las autoridades hasta cinco años después.

Los agentes de la Guardia Civil, en mayo de 2024, reabrieron la investigación inconclusa sobre una mujer desaparecida y pronto conectaron el caso con la noticia de un periódico regional en la que se relataba un asesinato en la localidad de Barros en el que, casualmente, el cuerpo no había sido identificado. Aquella víctima había sido apuñalada y enterrada en cal viva la misma noche de Reyes de 1991, según relata una nota de prensa difundida por la Guardia Civil.

La Policía Nacional de Langreo, que estaba encargada de la investigación en aquel momento, había logrado detener a una persona por el crimen gracias a que su pareja, tras una discusión, decidió delatarlo. El supuesto asesino confesó luego a los agentes que esa noche había recogido a la víctima, que se encontraba haciendo autostop en una autovía de Oviedo. Según su relato, la mujer intentó robarle y en el forcejeo este la acuchilló. El hombre metió a la herida en el maletero y se dirigió a Barros, donde le contó a su pareja lo sucedido. Sin embargo, al abrir el maletero se encontraron con que la mujer había muerto desangrada, así que la pareja decidió enterrar el cuerpo en cal viva.

Los hechos no se conocieron hasta la denuncia del asesino por parte de su pareja en octubre de 1995, cuando fueron hallados los restos de la víctima en muy malas condiciones como para ser identificados. Sin embargo, sí se pudo realizar un retrato robot de la mujer fallecida, que fue difundido a través de los medios de comunicación.

Los hechos habían quedado inconclusos hasta que la Guardia Civil comenzó a atar cabos entre este crimen y aquella denuncia de una madre en 1995 por la desaparición de su hija. La mujer estaba a cargo de su nieta hacía cinco años y desde entonces no había tenido más noticias sobre el paradero de su hija. Los agentes registraron el caso, pero quedó en los archivos policiales de desaparecidos por falta de pistas.

Las similitudes entre el retrato robot y una fotografía aportada por la supuesta familia de la víctima trajo esperanzas al caso. La comparación de una muestra del ADN de la hija de la desaparecida (su abuela ya había fallecido) con una de los restos del cadáver del crimen de Reyes, realizada en el Instituto de Toxicología y Ciencias Forense de Madrid con una técnica diferente y más avanzada a la que se empleó en 1995, confirmó la hipótesis de que en ambos casos se trataba de la misma persona.

“El avance de las tecnologías, los nuevos métodos de investigación, con la utilización de medios tecnológicos, nuevas bases policiales, así como la coordinación con los demás cuerpos policiales, son clave para el esclarecimiento de este tipo de sucesos, posibilitando el esclarecimiento de hechos que en su momento eran imposibles”, señala la Guardia Civil en su nota de prensa.

Los agentes lograron ponerle nombre y apellidos a la víctima e informar a la familia del paradero de aquella joven de 24 años de la que nada se sabía desde hacía 34.



Source link

Read more

Local News