Un denunciante asegura que, desde 2017, el Pentágono ha desarrollado un programa secreto para la recuperación de ovnis bajo el nombre en clave de “Immaculate Constellation”. Esta nueva información ha salido a la luz gracias a un reportaje del periodista independiente Michael Shellenberger, que destaca la posible gestión de estos fenómenos por parte del gobierno sin el conocimiento o la supervisión del Congreso, una práctica que podría llevar décadas ocurriendo a espaldas de la opinión pública.
El informante, cuya identidad se mantiene en el anonimato por seguridad, afirma haber descubierto accidentalmente detalles de este programa. Según Shellenberger, esta persona teme por su vida tras hacer este descubrimiento. “No creo que esté mintiendo sobre su miedo”, dijo el periodista, aludiendo a la seriedad de las afirmaciones. Sin embargo, el Departamento de Defensa, a través de su portavoz Sue Gough, negó rotundamente la existencia de cualquier registro de un programa llamado “Immaculate Constellation”.
El programa habría sido creado en 2017 tras la publicación de un informe del New York Times que reveló la existencia de otro programa relacionado con fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés), el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP). Desde entonces, según el denunciante, se ha recopilado información sobre avistamientos de UAPs y encuentros directos con estos fenómenos, almacenada en una base de datos secreta utilizada por la comunidad de inteligencia.
Huelga decir que si el programa se llama “Constelación Inmaculada”, se trata de una incuestionable referencia bíblica. Así se definen las 12 estrellas alrededor de la cabeza de María en Apocalipsis 12:1. Esto es interpretado por los católicos como una representación de las doce tribus de Israel y los doce Apóstoles y vendría a confirmar las denuncias de Nike Pope o Lue Elizondo relativas a que los líderes de estos proyectos creen estar trabajando con inteligencias malvadas.
Al conocerse la exclusiva de News Nation, Beatriz Villarroel, impulsora del proyecto VASCO, (Vanishing & Appearing Sources during a Century of Observations), o Fuentes que desaparecen y aparecen durante un siglo de observaciones, escribió en su cuenta de X: «Constelación Inmaculada, Constelación Inmaculada, Constelación Inmaculada, Constelación Inmaculada, …» (¿Aparecieron?) Solo un recordatorio para que envíen cualquier avistamiento interesante que tengan de ovnis estrellados a la Iniciativa Europea de Recuperación de Accidentes @ECR_Initiative, y preferiblemente por correo electrónico.» Una interesante iniciativa, dicho sea de paso, que pretende cartografiar y analizar supuestos lugares de caída de OVNIS y UAP en suelo europeo, tanto contemporáneos como históricos.
«Immaculate Constellation, Immaculate Constellation, Immaculate Constellation, Immaculate Constellation,…» (Did they appear?)
Just a reminder to send any interesting sightings you have of crashed UFOs to European Crash Retrieval Initiative, @ECR_Initiative , and preferably… https://t.co/8zBQoZ5gWz— Beatriz Villarroel (@DrBeaVillarroel) October 8, 2024
¿Ovnis o desinformación?
A lo largo de los años, el Pentágono ha negado constantemente la existencia de pruebas que sugieran visitas de inteligencias no humanas o extraterrestres a la Tierra. La Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), en un informe publicado en mayo de este año, atribuyó muchos de los avistamientos de UAP a errores de identificación de drones, proyectos secretos militares o fenómenos aéreos conocidos.
Sin embargo, el testimonio del nuevo informante no se alinea con las teorías de desinformación o “contagio social” que algunos escépticos han argumentado. Según Shellenberger, este denunciante no está relacionado con otros informes previos que pudieran haberse originado por rumores o falsas percepciones. “Estoy seguro de que esta persona no conocía a los otros individuos que verificaron el nombre de este programa. No encaja en la teoría del contagio social”, aseguró.
Entre las afirmaciones de este nuevo denunciante, destacan descripciones detalladas de encuentros con UAPs. En un caso, un F-22 fue rodeado por esferas que lo forzaron a abandonar su área de patrullaje, y en otro, la tripulación de un avión de la Marina informó haber visto una esfera naranja descender desde gran altitud, seguido de una sensación de desconcierto, como si hubieran salido de un trance. Estos incidentes plantean preguntas inquietantes sobre la naturaleza y el origen de estos fenómenos.
El interés público por los UAPs ganó impulso tras las declaraciones bajo juramento de David Grusch, un ex oficial de la Fuerza Aérea, quien en 2023 afirmó que el Pentágono ha estado operando un programa secreto de recuperación de UAPs sin el conocimiento del Congreso. Estas declaraciones provocaron audiencias en el Congreso y la formación de un caucus bipartidista dedicado a la investigación de estos fenómenos, presionando al Departamento de Defensa para que sea más transparente sobre sus actividades.
A pesar de los desmentidos oficiales, varios exmilitares y oficiales de inteligencia, como Luis Elizondo o el coronel retirado Karl Nell, también han compartido sus experiencias y han instado a que se investiguen más a fondo los fenómenos UAP. Mientras tanto, legisladores de ambos partidos han insistido en que la audiencia anterior sobre UAPs no será la última y que es necesario profundizar en las implicaciones de estos programas secretos.
¿Qué Oculta el Gobierno?
A medida que surgen más testimonios y pruebas, la pregunta es: ¿Qué oculta el gobierno?
Michael Shellenberger ha sido claro al señalar que los esfuerzos por desacreditar a quienes se atreven a hablar sobre UAPs han destruido la vida de muchas personas. Según el periodista, los mecanismos actuales de protección para los denunciantes que recurren a la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) o a los inspectores generales no son suficientes.
Según hemos podido saber, el informe del nuevo denunciante describe siete categorías de pruebas, que detallan varios avistamientos de UAP capturados por sensores y personal militar de EE. UU. Afirma que «la cadena de custodia verificable para UAP IMINT [Imagery Intelligence] recopilada por los activos militares de Estados Unidos garantiza un alto nivel de confianza en la precisión e integridad de los datos recopilados».
El informante también menciona que los «vehículos de reproducción alienígena» (ARV, por sus siglas en inglés) están asegurados dentro de el programa Immaculate Constellation. El denunciante advirtió además que la publicación del nombre en clave podría dar lugar a la vigilancia del gobierno en virtud de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA).
Estas revelaciones se alinean con las continuas afirmaciones del expresidente Donald Trump de que el gobierno está reteniendo información sobre los UAP, de acuerdo a una entrevista que protagonizó en junio de 2024.
Las últimas revelaciones podrían señalar que estamos más cerca que nunca de entender qué sucede realmente con los ovnis. Si bien aún no hay pruebas concluyentes de que estas naves sean de origen no humano, la creciente presión pública y las investigaciones gubernamentales en curso podrían finalmente arrojar luz sobre uno de los misterios más grandes de nuestra era.