Hubo varios intentos por sacarla adelante, pero finalmente fue Patty Jenkins la que pudo realizar ‘Wonder Woman’
Hay veces que una película casi vale más por el contexto en el que se estrena que por lo que ofrece cinematográficamente. En muchas ocasiones debemos tener en cuenta cuáles eran las condiciones tecnológicas de la época, la innovación de la propuesta y, por supuesto, el ambiente social en el que vio la luz. Luego, además, si el resultado fue lo bastante digno, lo que tenemos es un hito del cine.
Wonder Woman (2017) lo es. No es que sea la primera representación de una superheroína en la gran pantalla, pero desde luego fue la primera lo suficientemente importante como para empezar a cambiar la mentalidad de los espectadores. No solo llegó en un momento en el que comenzaba a notarse cierta fatiga en los títulos de superhéroes -ya por aquella época- y consiguió revitalizar un poco la cartelera, sino que dijo bien claro que las mujeres también podían tener iconos de acción y que una película con una amazonas como protagonista era igualmente disfrutable por un público masculino.
Se estrenó en 2017, pero había ya mucho tiempo que Warner Bros. quería desarrollarla. De hecho, la preparación comenzó en 1996 con Ivan Reitman (Cazafantasmas) al mando y, al ver que no conseguía avanzar, pasaron por el proyecto Jon Cohen -guionista de Minority Report– y Joss Whedon -creador de Buffy, director de Vengadores (2012) y figura destacada del género de superhéroes hasta que salieron a la luz las alegaciones de acoso laboral contra él-. El caso es que nadie pudo darle forma hasta que Patty Jenkins llegó en 2015.
Jenkins, que no había dirigido una película en 14 años después de su increíble Monster (2003), dirigió el debut de la superheroína en la gran pantalla después de más de 70 años de historia. Mientras Superman y Batman habían tenido numerosas representaciones cinematográficas, la tercera parte de la Tríada de DC tuvo que esperar pacientemente. Su enorme éxito en taquilla fue todo un grito a la industria de que las historias de mujeres con poderes también interesaban.
En su momento, rompió varios récords. Con sus más de 800 millones de dólares cosechados fue la mayor película de orígenes de todos los tiempos, la mayor película dirigida por una mujer, el segundo mejor fin de semana para una película de superhéroes en 15 años, el mayor estreno del universo cinematográfico de DC y la mayor película del verano de 2017.
«La película posee los suficientes valores, tanto argumentales como estéticos, como para que resulte una de las más atractivas propuestas del cine de superhéroes contemporáneo«, explicaba Alejandro G. Calvo en su crítica para SensaCine, «el relato pulp funciona prácticamente a la perfección, una aventura clásica con un freak bunch bastante entrañable y donde brilla con luz propia una Gal Gadot que es dueña absoluta de la narración. Normal que se la haya comparado con la más clásica de las películas de Marvel: Capitán América. El primer vengador (2011)».
Si analizamos las críticas de la prensa, la cinta roza la perfección con un 93%. Los usuarios le dan una valoración algo menor, aunque aún así se queda en un 83%. Una película emocionante, entretenida y con la genial actuación de Gal Gadot que, además, se convirtió en un hito del cine de superhéroes.