Sin dar tregua, Israel mantiene la ofensiva sobre Irán emprendida hace dos días, al tiempo que lleva a cabo bombardeos sobre Yemen. Irán, por su parte, ha respondido por segunda noche consecutiva con dos oleadas de ataques. Según el diario Haaretz, en total los proyectiles iraníes han matado al menos a 10 personas y han dejado unos 140 heridos. Se trata de los bombardeos que más han golpeado a Israel desde la noche del pasado jueves, cuando inició la ofensiva contra Teherán.
Fuentes locales iraníes informan asimismo de explosiones en el depósito de petróleo de Shahran, en Teherán. Los estallidos en esas instalaciones son constantes y pueden convertirse en un peligro para los vecinos de la zona, advierte una fuente gubernamental al diario The New York Times.
Por primera vez en este ataque –ya había alcanzado por la mañana una refinería de gas– Israel golpea intereses energéticos de la República Islámica. Estos objetivos se unen a los militares, los nucleares y a los asesinatos selectivos de altos mandos de las Fuerzas de Seguridad y de científicos del programa nuclear.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se encuentra en la madrugada del domingo reunido junto a su gabinete de seguridad siguiendo en directo los acontecimientos. El jefe de las fuerzas aéreas israelíes reconoce que el objetivo en Yemen es un alto mando de la guerrilla hutí, apoyada por el régimen iraní.
De forma paralela, Irán ha atacado al Estado judío y, por segunda noche consecutiva, ha vuelto a golpear con sus misiles balísticos zonas habitadas. En este caso en la localidad de Tamra, cerca de la ciudad de Haifa, en el norte del país. Es allí donde, según las primeras informaciones, se ha registrado uno de los mayores impactos. La primera víctima mortal confirmada ha sido un mujer que confirmada como consecuencia de la caída de un proyectil en un edificio de dos plantas.
Según Magen David Adom (MDA), los servicios de emergencia israelíes, cuatro personas murieron en Bat Yam, al sur de Tel Aviv: una mujer de 69 años, una mujer de 80 años y dos niños de alrededor de 10 años, además de registrar 100 personas heridas, entre las cuales se cuentan cuatro en estado grave y siete en estado moderado.
Fue a las once de la noche, hora local (las diez de la noche en la España peninsular) cuando saltaron las alarmas en los teléfonos móviles de Israel pidiendo a la población que se pusiera a cubierto. En apenas unos minutos han empezado a verse las trazadas de luces que dejan en el cielo de Tel Aviv los sistemas de defensa antiaérea de Israel. Se han escuchado algunas explosiones desde la posición en esta ciudad del enviado especial de EL PAÍS. Aproximadamente tres horas y media después, desde el mismo lugar se ha observado una segunda oleada, que ha durado cerca de 10 minutos, con lanzamientos sostenidos de proyectiles. Los bomberos han informado de impactos en al menos dos edificios en el distrito de Dan, el de Tel Aviv, y otro en el distrito de Jerusalén y han reportado, entre otros incidentes, un incendio en la región que rodea Tel Aviv.
En medio de la creciente tensión, países vecinos como Jordania y Siria han cerrado sus espacios aéreos. Las calles de Tel Aviv, donde este fin de semana debería estar celebrándose la fiesta del orgullo -suspendida por el estado de emergencia- aparecían medio desiertas.