Un equipo internacional de científicos ha logrado lo impensable: devolver la vida a un árbol extinto durante siglos a partir de una semilla milenaria. Bautizado como «Sheba», este árbol podría estar relacionado con el mítico bálsamo ‘tsori’, mencionado en los textos bíblicos por sus propiedades curativas. Este extraordinario descubrimiento añade una nueva vuelta de tuerca a la arqueología bíblica, cuyo objetivo es corroborar relatos sagrados como fuentes históricas.
La semilla que ha permitido resucitar este árbol fue encontrada hace más de 40 años en el desierto de Judea, al norte de Jerusalén. Un equipo de arqueólogos que trabajaba en una cueva en Wadi el-Makkuk, encontró esta pequeña semilla en su interior. Llevaba más de un milenio sepultada bajo tierra. Pero, pese a haber permanecido tanto tiempo en la oscuridad, estaba en perfectas condiciones aunque no se podia adivinar el asombroso potencial que albergaba, al menos a simple vista.
La datación mediante la prueba del radiocarbono situaron la antigüedad de esta semilla entre los años 993 y 1202 d.C., una época de importancia histórica en Oriente Próximo.
Liderado por la doctora Sarah Sallon, directora del Centro de Investigación de Medicina Natural Louis L. Borick, un equipo de botánicos decidió poner a prueba la viabilidad de la semilla mediante un meticuloso procedimiento. La germinación de semillas tan antiguas es un proceso complejo que requiere técnicas especializadas.
Sallon hidrató la semilla en una mezcla de hormonas, fertilizantes líquidos y agua. Después la plantó en tierra esterilizada para evitar cualquier posible contaminación y esperó. A las cinco semanas germinó un pequeño brote. El Sheba volvía a la vida.
El Sheba ha demostrado poseer propiedades curativas, según los análisis químicos que revelaron compuestos con efectos antiinflamatorios y anticancerígenos. Aunque el árbol aún no ha florecido todavía, los científicos creen que Sheba pertenece al género Commiphora, asociado con la mirra y el incienso, y podría ser la clave para entender el origen de este mítico bálsamo mencionado en la Biblia.
El bálsamo de Galaad es mencionado en las Escrituras en relación con las curaciones de profetas como Ezequiel y Jeremías, y era conocido por sus propiedades curativas y su uso como perfume de gran valor.
Este descubrimiento no solo permite vislumbrar un linaje vegetal que se creía perdido, sino que también resucita el debate sobre los tesoros botánicos mencionados en la Biblia. Aunque descartaron que Sheba sea la fuente del famoso «Bálsamo de Judea», el equipo de investigadores sigue indagando en su ADN y propiedades medicinales, lo que podría aportar nuevas pistas en los próximos años. Como muchos aspectos de la arqueología bíblica, la verdad se oculta entre la historia y el mito, pero con Sheba, uno de esos misterios ha vuelto a la vida.