Donald Trump se dispone a retirar la nominación de Jared Isaacman para dirigir la NASA, según adelantó este sábado el digital Semafor y confirmó posteriormente la Casa Blanca. El plan de retirar la nominación trasciende un día después de que Elon Musk se despidiese de su cargo en el Gobierno. Isaacman es amigo y aliado del hombre más rico del mundo, dueño de la compañía espacial SpaceX, que tiene cuantiosos contratos con la NASA.
“El administrador de la NASA ayudará a llevar a la humanidad al espacio y a ejecutar la audaz misión del presidente Trump de plantar la bandera estadounidense en el planeta Marte. Es esencial que el próximo líder de la NASA esté totalmente alineado con la agenda Estados Unidos Primero del presidente Trump, y el presidente Trump anunciará pronto su sustituto”, señaló una portavoz de la Casa Blanca, Liz Huston, en un comunicado.
El presidente ha formado su equipo con personas leales y de confianza, pero Isaacman era un cuerpo extraño en el mundo trumpista. Su elección se explicaba por su cercanía a Musk, pero con el fundador de SpaceX fuera de la ecuación, Trump ha preferido prescindir de él. Según The New York Times, el presidente le ha comentado a personas de su entorno que se enteró de que Isaacman había hecho donaciones a candidatos demócratas en los últimos dos ciclos electorales, entre ellos al senador por Arizona Mark Kelly y al exsenador por Pensilvania Bob Casey, así como el Partido Demócrata de California.
Trump se habría mostrado sorprendido de que no le hubieran informado antes de esa inclinación política del candidato a dirigir la NASA, según dicho medio. Ha sido suficiente para que cayese en desgracia y Musk ya no está para defenderle. Isaacman donó dos millones de dólares a los fastos de la investidura de Trump, pero eso no ha sido suficiente para congraciarse con él. El presidente le anticipó a Musk su decisión el viernes y este sábado algunos partidarios salieron a defenderle para tratar de salvar su nominación sin éxito.
Isaacman, de 42 años, es un multimillonario del sector tecnológico financiero muy cercano a Musk. Viajó al espacio como piloto en un vuelo espacial de SpaceX. Con su nombramiento, pasaba de ser cliente privado del hombre más rico del mundo a serlo desde el sector público, pues la empresa de Elon Musk tiene multimillonarios contratos con la agencia. La NASA cuenta con la nave Starship de SpaceX, aún en fase de pruebas, para llevar astronautas a la superficie lunar y ya contrata con dicha compañía el desplazamiento de astronautas y suministros a la Estación Espacial Internacional. Isaacman comparte la visión de Musk de que la humanidad está llamada a convertirse en “una civilización espacial”.
Isaacman se hizo multimillonario con la empresa de procesamiento de pagos Shift4, que fundó cuando solo tenía 16 años, y que vale 8.400 millones de dólares en Bolsa. En 2012, fundó también Draken International, una empresa aeroespacial de defensa y aviones de combate, contratista del Departamento de Defensa.
Trump apuesta por reenfocar la NASA para centrarla en la exploración espacial humana, apartándose de su línea actual en la que la prioridad son las investigaciones científicas, realizadas tanto por los astronautas en la Estación Espacial Internacional (ISS) como por los telescopios y las sondas robóticas que viajan por el Sistema Solar.
En su discurso de toma de posesión en el Capitolio del 20 de enero, para delirio de Musk, allí presente, el republicano afirmó: “Seguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas, lanzando astronautas estadounidenses para plantar la bandera estadounidense en el planeta Marte”.
Isaacman se alineó con esa promesa y, en su comparecencia en el Senado del pasado 9 de abril, dejó clara su preferencia por llevar astronautas a Marte que a la Luna, pero consideraba que ambos objetivos eran compatibles y que, de hecho, como la misión de la Luna está más avanzada, llegaría antes. La comisión del Comercio del Senado dio el visto bueno a su nombramiento y la confirmación por parte del pleno se esperaba para la semana próxima.
Con la retirada de la candidatura, el proceso vuelve a empezar. La NASA seguirá, por tanto, con un administrador en funciones durante varias semanas o meses más, mientras Trump propone un nuevo candidato y pasa el examen del Senado. El vacío desde la dimisión de Bill Nelson del 20 de enero se produce en un momento en que la compañía debe asumir sus nuevas prioridades y hacer frente al recorte de presupuesto que Trump ha propuesto, desde 24.800 a 18.000 millones de dólares. En la nueva propuesta se incluye una partida de 1.000 millones de dólares destinada a Marte, aunque sin concretar a qué se dedicaría.
Musk desarrolla de forma primada su nave Starship para llegar a Marte, pero aspira a lograr financiación de la NASA. Con Isaacman, tenía al aliado perfecto para lograr contratos multimillonarios, aunque es probable que también los logre con el futuro administrador.