Tras años de obstáculos burocráticos y respuestas inconsistentes, John Greenewald, impulsor The Black Vault, ha obtenido un documento oficial que hace referencia directa al Programa de Identificación Avanzada de Amenazas Aeroespaciales (AATIP).
Este programa fue ideado por el entonces líder de la mayoría del Senado, Harry Reid (demócrata por Nevada), quien consiguió la asignación para iniciar el programa en 2009 con el apoyo de dos veteranos de la Segunda Guerra Mundial, en concreto, los difuntos senadores Daniel Inouye (demócrata por Hawái) y Ted Stevens (republicano por Alaska), preocupados por las posibles implicaciones de los ovnis para la seguridad nacional.
El Departamento de Defensa negó inicialmente la existencia de documentos relativos a este programa cuya existencia salió a la luz, en 2017, a través del periódico The New York Times como La búsqueda secreta de ovnis del Pentágono.
El borrador del memorando, nunca antes visto por el público fue escrito por el ex agente de contrainteligencia del Departamento de Defensa, Luis Elizondo, y en él se detalla la misión del AATIP “centrada en tecnologías más allá de la próxima generación en las áreas de elevación, propulsión, camuflaje y efectos humanos”. También describe cómo AATIP estaba recopilando información sobre “sistemas aéreos inexplicables o desconocidos” de varios componentes y elementos del Departamento de Defensa.
El memorando empieza diciendo que “el Departamento ha mantenido una ventaja estratégica sobre sus adversarios al mantenerse al tanto de las nuevas tecnologías emergentes e invertir en ellas, especialmente en el área aeroespacial.” Y, agrega que: “El Departamento de Defensa sigue considerando al AATIP como una prioridad, especialmente dados los recientes avances en las plataformas de vigilancia aérea no tripulada (UAS) que se están volviendo ampliamente disponibles.”
Nótese que no menciona el acrónimo UAP (Fenómeno Anómalo No Identificado) sino UAS, es decir, drones no tripulados por lo que cualquiera podría pensar que un programa de este tipo estaría destinado a la inteligencia aeroespacial más prosaico, un programa para capturar drones enemigos con nuevas armas o sistemas… y no ovnis. No obstante, el texto señala más adelante que, dado que «el Subsecretario de Defensa para Inteligencia ha demostrado interés en todos los informes relacionados con amenazas anómalas de UAS de los Departamentos y Agencias de Defensa con el fin de analizar y explotar la información. Todos los elementos del Departamento de Defensa están obligados a proporcionar una copia de cortesía de todos los datos e información obtenidos en el campo que se relacionen con sistemas aéreos inexplicables o desconocidos».
Subrrayo lo de INEXPLICABLE o DESCONOCIDO porque no encaja con un dron que China haga volar, por ejemplo, en la Base de la Fuerza Aérea Andersen, por decir algo.
Pero es que, además, el memorando confirma el trabajo oficial de Elizondo dentro del programa AATIP, algo que el Pentágono ha negado de forma sistemática desde 2019. No es acaso una contradicción que Elizondo redacte un memorando en nombre de AATIP si el programa estaba cancelado y no tenía responsabilidades oficiales?
La portavoz del Pentágono, Susan Gough, explicó al periodista Steven Greenstreet que nunca “se estableció ningún programa formal en todo el Departamento de Defensa con el propósito específico de examinar informes de UAP» […] y que «Luis Elizondo no tenía responsabilidades asignadas para AAWSAP/AATIP mientras estuvo asignado a OUSD» acrónimo de Office of the Under Secretary of Defense. Le dijo que «el borrador, sin firmar, del ‘memorando para el registro’ fue elaborado por el Sr. Elizondo y parece no haber sido solicitado”.
Elizondo, que en la actualidad se halla inmerso en el lanzamiento de su nuevo libro Imminent, asegura que “el memorando que afirman que fue ‘no solicitado’ fue, de hecho, una solicitud de nada menos que del personal de la oficina principal del Secretario.» Y, agregó: «Este es otro triste intento de engañar al pueblo estadounidense por parte de unos pocos seleccionados en el PAO del Pentágono. Desafortunadamente -se lamenta-, este tipo de comportamiento de unos pocos individuos de mala fe, daña aún más la credibilidad de una organización que tiene de posí muy poca credibilidad. Afortunadamente, la verdad siempre sale a la luz».
Precisamente la clave para obtener el memorando a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA) surge de este reciente libro de Elizondo. En sus páginas hay numerosas referencias a Neil Tipton, un alto funcionario del Departamento de Defensa que ya estaba en el punto de mira The Black Vault por ser una de las tres personas nombradas en la denuncia del Inspector General (IG) del Departamento de Defensa presentada el 3 de mayo de 2021 donde Elizondo asegura que «tomaron represalias y proporcionaron información falsa al público», y también de «abusar de la autoridad gubernamental» y «destrucción ilegal de información».
Greenewald modificó la solicitud FOIA para que se centrara solo en los correos electrónicos entre Elizondo y Tipton con palabras clave como «no identificado», «AATIP» y «UAP». Aunque en diciembre de 2021, se le dijo que «no se encontraron registros», al investigador le constaba la existencia de almenos un documento que respondía a la demanda y apeló en los siguientes términos:
“El 25 de septiembre de 2017, a las 11:23 a. m., el señor Luis Elizondo envió un correo electrónico al señor Neill Tipton que incluía el acrónimo ‘AATIP’ en el cuerpo del mensaje”. Y… de repente… apareció. Los documentos, cuya existencia negó el Departamento de Defensa se encontraron y se liberaron sin dar explicación alguna.
La investigación conocía el mail que precede al memorado y que reza:
Saludos, Neil.
Según las instrucciones que la oficina principal del SECDEF nos dio a ti y a mí, me tomé la libertad de redactar un memorando a nivel no clasificado que te ayude a asumir mejor las nuevas responsabilidades de AATIP. Cuando te resulte conveniente, revísalo (es muy breve a propósito) y avísame si quieres que le ponga más contenido.
Lo mismo digo tú… No me enorgullezco de ser autor, solo quiero asegurarme de que respondemos el correo de la oficina principal.
Parece que «alguien» mantiene férreo control sobre ciertas informaciones relativas a la revelación ovni y el memorando pone en evidencia las inconsistencias del Departamento de defensa dejándolo con el «culo al aire».