El grupo miliciano libanés Hezbolá dijo el viernes que iba a pasar a una nueva fase de escalada en su guerra contra Israel, mientras que Irán afirmó que “el espíritu de resistencia se verá reforzado” tras la muerte del líder de Hamás Yahya Sinwar a manos de las fuerzas israelíes.
Algunos líderes occidentales dijeron que su muerte ofrecía una oportunidad para poner fin al conflicto, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que la guerra continuaría hasta que se devuelva a todos los rehenes secuestrados por milicianos de Hamás.
“Hoy hemos ajustado cuentas. Hoy se ha asestado un golpe al mal, pero nuestra tarea aún no ha concluido“, dijo Netanyahu en una declaración grabada en video tras confirmarse la muerte el jueves.
“A las queridas familias de los rehenes les digo: este es un momento importante en la guerra. Continuaremos con toda nuestra fuerza hasta que todos sus seres queridos, nuestros seres queridos, vuelvan a casa.”
Se creía que Sinwar, nombrado líder general de Hamás tras la muerte del líder político Ismail Haniye en julio en Teherán como consecuencia de un ataque israelí, se había escondido en la red de túneles que Hamás construyó bajo Gaza en las dos últimas décadas.
Murió el miércoles durante un tiroteo en el sur de Gaza a manos de soldados israelíes, que en un principio no sabían que habían capturado al enemigo número uno de su país, según informaron las autoridades de Israel.
Hamás no hizo ningún comentario al respecto, pero fuentes del grupo dijeron que los indicios que vieron apuntan a que, efectivamente, los militares israelíes mataron a Sinwar.
Esperanza de paz se desvanecen en Medio Oriente
A pesar de las esperanzas occidentales de que se produzca un alto el fuego, la muerte de Sinwar podría avivar las hostilidades en Oriente Próximo, donde ha crecido la perspectiva de un conflicto aún mayor.
Israel lanzó este mes una campaña terrestre en Líbano y ahora planea una respuesta al ataque con misiles perpetrado el 1 de octubre por Irán, aliado de Hamás en Gaza y de Hezbolá en Líbano.
Pero el fallecimiento del hombre que planeó el ataque del año pasado, en el que los milicianos mataron a 1,200 personas en Israel y capturaron a más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes, también podría ayudar a impulsar los esfuerzos estancados para poner fin a la guerra en la que Israel ha matado a más de 42,000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que habló por teléfono con Netanyahu para felicitarle, dijo que la muerte de Sinwar brindaba la oportunidad de que el conflicto de Gaza por fin terminara y de que los rehenes israelíes volvieran a casa.
Estados Unidos quiere iniciar conversaciones sobre una propuesta para lograr un alto el fuego y garantizar la liberación de los rehenes, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, quien señaló a Sinwar como el “principal obstáculo” para poner fin a la guerra.
“Ese obstáculo, obviamente, ha sido eliminado. No puedo predecir que este hecho implique que quienquiera que sustituya (a Sinwar) vaya a aceptar un alto el fuego, pero sí que supone la eliminación del que ha sido en los últimos meses el principal obstáculo para conseguirlo”, dijo. En las últimas semanas Sinwar se había negado a negociar, según Miller.
Irán y Hezbolá, desafiantes ante amenazas de Occidente
Irán no dio señales de que fuera a cambiar su apoyo. “El espíritu de resistencia se verá reforzado” tras la muerte de Sinwar, dijo su Misión ante las Naciones Unidas.
Hezbolá también se mostró desafiante y anunció “la transición a una nueva fase de escalada en la confrontación con Israel”.
El ejército israelí dijo el viernes que también había matado a Muhamad Hasin Ramal, comandante de Hezbolá en la zona de Tayibe, en el sur de Líbano.
Las familias de algunos de los rehenes israelíes dijeron que, aunque el asesinato de Sinwar era un logro significativo, pero no sería suficiente mientras los rehenes sigan privados de su libertad en Gaza.
Avi Marciano, padre de Noa Marciano, mujer a la que Hamás mató durante su cautiverio, dijo a la emisora israelí KAN que “el monstruo, el que me la arrebató, el que tenía las manos manchadas con la sangre de todas nuestras hijas, finalmente se encontró con las puertas del infierno”.
“Un poco de justicia, pero nada de consuelo”, dijo. “Solo habrá consuelo cuando Naama, Liri, Agam, Daniela y Karina, las amigas de nuestras niñas, vuelvan a casa”.
En Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, un palestino desplazado llamado Zabet Amur dijo a Reuters que la lucha palestina continuaría.
“Es una resistencia que no desaparece cuando desaparecen los hombres”, dijo. “El asesinato de Sinwar no conducirá al fin de la resistencia ni a un compromiso o rendición con bandera blanca.”
(Con información de Reuters)