lunes, octubre 27, 2025

Iván Cepeda gana la consulta popular del Pacto Histórico y es el candidato presidencial de la izquierda

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La izquierda colombiana ya tiene un aspirante presidencial propio para el 2026. El senador Iván Cepeda (Bogotá, 63 años), uno de sus militantes más leales, ha superado este domingo en la consulta popular del Pacto Histórico a la exministra Carolina Corcho, con lo que congrega a su alrededor al grueso de las fuerzas progresistas. El filósofo y negociador de paz hereda así las banderas de la variopinta coalición que respalda al Gobierno de Gustavo Petro con 1.247.161 votos, equivalente al 64,75%, frente a 562.309 votos de Corcho, con datos hasta las 6.53 de la tarde. Así, se convierte en el candidato presidencial del petrismo para los comicios de mayo de 2026. El plan del Pacto pasa por unificar las aspiraciones de la izquierda y varios sectores del centro mediante otra consulta que se realizará el mismo día de las elecciones legislativas, el 8 de marzo. Cepeda competiría entonces con los exministros Roy Barreras y Juan Fernando Cristo, la senadora Clara López o incluso el exalcalde de Medellín Daniel Quintero, si la propuesta se concreta.

“Soy defensor de derechos humanos, sobreviviente del genocidio político, hijo de un senador de la Unión Patriótica asesinado por su compromiso con los derechos de la gente”, se presentó Cepeda hace apenas dos meses, cuando lanzó su precandidatura desde la ciudad de Pasto. Es uno de los tantos huérfanos que ha dejado la violencia política en Colombia en las últimas décadas. Su padre, el político comunista Manuel Cepeda Vargas, fue asesinado por agentes del Estado en complicidad con paramilitares el 9 de agosto de 1994. Desde el 2010, cuando llegó por primera vez al Congreso, se ha consolidado como uno de los rostros más visibles de la izquierda, muy cercano a las organizaciones de víctimas –como las madres de los mal llamados ‘falsos positivos’– y a diversas organizaciones sociales.

También fue uno de los principales negociadores del Gobierno Petro en la congelada mesa con el ELN, la última guerrilla en armas, y participó en su día en los diálogos que desembocaron en el acuerdo de paz firmado por el Gobierno de Juan Manuel Santos con las extintas FARC, a finales de 2016. Es también muy reconocido como el senador de izquierdas que sentó ante la justicia al expresidente de derechas Álvaro Uribe Vélez por un dilatado caso de manipulación de testigos, el llamado ‘juicio del siglo’. El exmandatario acaba de ser absuelto de todos los cargos en segunda instancia, después de haber sido condenado a 12 años de prisión en un primer momento.

En el accidentado proceso de la consulta popular del Pacto Histórico, que ha enfrentado innumerables escollos legales, Cepeda consolidó su favoritismo hace un mes, cuando la mayoría de los precandidatos renunció a su propia aspiración para entregarle su apoyo. Con el respaldo de la senadora María José Pizarro, el exsenador Gustavo Bolívar, la exministra de Ambiente Susana Muhamad o la de Trabajo Gloria Inés Ramírez, se convirtió en el nombre de la unidad. La renuncia sobre la hora del exalcalde de Medellín Daniel Quintero, muy resistido entre el progresismo, terminó de allanarle el camino. Corcho era su último rival. Ya con candidato propio –y sin que las dudas jurídicas estén del todo despejadas–, la hoja de ruta de la izquierda pasa ahora por hacer en el mes de marzo otra consulta, denominada interpartidista, para conformar una coalición más amplia a la que denominan el Frente Amplio.

Además, de los votos por Cepeda y Corcho, la Registraduría ha contado los resultados de Quintero, quien renunció a la consulta hace tan solo 10 días, de forma tan tardía que hay dudas sobre los efectos jurídicos de su decisión y que ya era inevitable que si rostro apareciera en el tarjetón. El político de reciente militancia en la izquierda, y quien enfrena un juicio en un caso por corrupción, sumó 116.356 votos, un 6,04%. Hay un debate jurídico abierto por la posibilidad de que se entienda que sí participó en la consulta de este domingo y haya quedado inhabilitado para marzo.

Además de la elección del candidato presidencial, la consulta de este domingo definía otros dos elementos clave. De un lado, los miembros de sus listas al Senado y a las principales circunscripciones de la Cámara de Representantes, como Bogotá o el Valle del Cauca. Los datos sobre esa definición se conocen con menos velocidad que los de la definición presidencial y hasta el momento no hay claridad sobre los ganadores.

De otro lado, el total de los votos se ha visto como un termómetro de la fuerza electoral de la izquierda para el ciclo electoral de 2026. Aunque es difícil comprar cualquier resultado con los votos obtenidos en las elecciones legislativas o presidenciales de 2022 -en esos momentos el ambiente electoral es mucho mayor, son definitivas y todos los partidos y fuerzas hacen campaña-, un estimado general era que menos de un millón de votos era una derrota y más de dos millones una victoria. Hasta el momento, la Registraduría señala que participaron 2.042.978 ciudadanos, lo que señala un resultado positivo para la izquierda. La cifra tiende a mejorar en las mesas que faltan por contar, pues suelen ser las que recibieron más votos y tardan más en contabilizarlos.

Esta cifra, en todo caso, aparece ensombrecida por los cuestionamientos durante la jornada, cuando ciudadanos y políticos del Pacto denunciaron la falta de mesas y jurados de votación, o el cambio de lugares frente a los usuales, que habrían producido que una cantidad indeterminada de votantes desistieran de su intento de participar. La Registraduría ha explicado que el dispositivo era menor que el de las elecciones nacionales, como ha ocurrido con otras consultas internas del pasado, debido a que era prevista una participación menor. Por ejemplo, en las elecciones al Congreso de 2022 votaron más de 18 millones de personas, en la primera vuelta presidencial más de 21 millones y en la segunda vuelta más de 22 millones.



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