domingo, junio 15, 2025

Las manos que controlan los surtidores ‘todo a cien’: quién es quién en el gran negocio de las gasolineras ‘low cost’ | Negocios

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Las estaciones de servicio han crecido en España un 30% en 15 años —hasta 12.361— y el 45% son independientes de las grandes marcas. Del total, 2.400 (20%) son gasolineras de bajo coste o low cost que venden combustible hasta 20 céntimos por litro más barato. Buena parte de estas gasolineras baratas —1.799— entran en la categoría de “desatendidas”. Ni siquiera tienen personal; menos coste, menos precio. “El número de estaciones de servicio desatendidas o parcialmente desatendidas no ha dejado de crecer desde 2020”, recogen los informes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) es clara: “[Las low cost] surgen como setas en las inmediaciones de las grandes ciudades”, aseguran en esta organización, “aunque el problema son los cierres en el entorno rural”. Las estaciones low cost abren, sobre todo, en zonas con tráfico industrial, puertos y polígonos. En su mayor parte venden el mismo combustible que las gasolineras de siempre. Todo sale de la cadena de almacenaje de Exolum —antigua CLH—. Pero lo venden barato. Hasta 20 céntimos más barato en algunos casos, porque añaden al combustible aditivos más baratos y tienen menos personal.

La CNMC concreta la fiebre low cost. En 2024, el número de estaciones desatendidas creció en 338. Prácticamente una al día. “Estaciones que estaban en régimen atendido o autoservicio han pasado a ser desatendidas, al menos en una parte de su horario de apertura”, asegura la CNMC. En un horizonte donde la transición energética apunta a probables caídas de ventas de combustibles —en 2024, el consumo en España aún creció un 2,2%— crece el interés inversor.

Jorge Solaun, socio de KPMG, cree que “a pesar de que el mercado pueda estar a la baja, hay apetito transaccional por redes de estaciones de servicio”. Especialmente en el segmento del bajo precio, en auge desde 2013. Ese año fue clave por la Ley 11/2013, que limitó el poder de las petroleras Repsol, Cepsa —ahora Moeve— y BP, dueñas de la mayor parte de la red y propietarias también de las ocho refinerías que funcionan: cinco de Repsol (A Coruña, Bilbao, Tarragona, Cartagena y Puertollano), dos de Cepsa (Algeciras y Huelva) y una de BP (Castellón).

Las grandes petroleras aceptan la competencia con aparente comodidad. La Asociación de la Industria del Combustible (AICE, antigua AOP) explica la diferencia de precios entre gasolineras tradicionales y low cost “en el modelo de negocio, que conlleva unos costes operativos completamente distintos”. “La existencia de dos formatos”, añade la asociacion, “demuestra la elevada competencia”. Repsol, el operador con mayor cuota (3.400 gasolineras, 25,5%), convive con naturalidad con el bajo coste. La compañía apuesta por la estación multienergía con tiendas y alianzas que abarcan desde El Corte Inglés y Starbucks pasando por Lizarrán o Levadura Madre.

El consejero delegado de Galp España, David Álvaro —600 gasolineras—, explica que las low cost “han intensificado su presión competitiva en un contexto de mayor sensibilidad al precio por parte de los consumidores”. “Ofrecer precios competitivos”, añade Álvaro, “no es exclusivo de los operadores de bajo coste. Las marcas establecidas, como Galp, también pueden aplicar descuentos personalizados, programas de fidelización o acuerdos con terceros, lo que les permite mantener estándares de calidad del producto y cumplir con la normativa sin renunciar a ofrecer valor a los consumidores, y, en especial, a los más sensibles al precio”.

En el último año y medio, dos de las grandes cadenas low cost, Ballenoil (220 estaciones) y Plenoil —rebautizada Plenergy—(291), han cambiado de manos. Moeve ha adquirido Ballenoil y los fondos Portobello (España) y Tensile Capital (EE UU) han comprado Plenergy. En un último movimiento, la italiana Eni ha adquirido al fondo Marcol 24 gasolineras de Astenoil. Moeve explica que Ballenoil le permite llegar “a un mayor número de clientes, tanto a los que buscan servicios complementarios, alianzas con otros proveedores o combustibles premium como a los que optan por un suministro ágil y automático”. “La presencia en los segmentos premium y low cost”, explica Moeve, “es una tendencia por la que también han optado otras energéticas en Europa y también es frecuente en otros sectores como los de aviación o supermercados”.

El mercado se mueve y siempre es interesante conocer qué hay más allá de las estaciones propiedad de grandes cadenas comerciales y de supermercados (Carrefour, E.Leclerc, Costco…) que utilizan la gasolina barata como reclamo. Por presencia y tamaño, estos son los principales grupos low cost y sus propietarios. Tres cadenas, Plenergy, Ballenoil-Moeve y Petroprix suman un 30% de cuota. Pero hay más.

Ballenoil: 260 gasolineras. El grupo lo fundaron en 2010 los empresarios David Querejeta (Ballena Azul) y Juan Sanz. Moeve —controlado por el fondo de Abu Dhabi Mubadala Investment Company y The Carlyle Group— lo compró a finales de 2023. Moeve no detalla por cuánto.

Plenergy: 291 gasolineras. Antigua Plenoil. Tiene presencia en 16 comunidades, especialmente en Andalucía. La empresa la fundó en 2015 el empresario Javier Rodríguez de Arellano. La han comprado (80%, valoración de 500 millones) los fondos Portobello —español— y Tensile Capital, del financiero estadounidense Doug Dossey.

Petroprix: 159 gasolineras. Fundada en 2013 por los hermanos Santiago —Manuel, Juan Carlos y Raquel—, es una rara avis porque su capital es español. Tiene su sede en Martos (Jaén). Un caso de éxito. El Financial Times la colocó en sus rankings como la séptima compañía europea que más ha crecido en la última década.

Gas Express: inició su actividad en 2014. Los empresarios Jorge Pomar y José Manuel Costa controlan el grupo a través de JJ Matriz Capital, un fondo que se mueve en sectores estratégicos como el inmobiliario, la construcción, la energía, los hidrocarburos y el transporte. Es una cadena de gasolineras automatizadas con foco en la Comunidad Valenciana. En 2024 facturó más de 190 millones. Planea abrir dos nuevas gasolineras al mes.

bonÀrea: 65 gasolineras en Cataluña, Aragón y Valencia. Cadena de supermercados con gasolineras low cost, bonÀrea integra desde la producción ganadera hasta la venta directa. Participa el grupo alimentario Guissona y la accionista de referencia es la familia Alsina, con el fundador Jaume Alsina Calvet al frente.

GM Oil: 28 estaciones. Propiedad desde 2021 del grupo suizo Transgourmet, uno de los grandes de distribución mayorista de Europa. Gestiona las low cost de la filial GM Cash, distribuidora de alimentación para hosteleros.

Benoil: 37 gasolineras en Castilla y León. El alma del grupo, creado en 2021, es el empresario Rodrigo Huidobro, patrocinador del Burgos Club de Fútbol. Tiene 30 años de experiencia en la venta y distribución de hidrocarburos.

Esclatoil: 58 gasolineras automatizadas. Pertenecen al grupo de supermercados Bonpreu en Cataluña. Propiedad de la familia Font Fabregó. El grupo incluye las marcas Esclat, Esclatoil y Bonpreu Esclat Energía. El impulsor del grupo —y de las gasolineras— es el empresario Joan Font (74 años), cuya familia ha sido incluida por Forbes entre las más ricas de España.

Todas las empresas y grupos mencionados participan de un gran cambio en el mercado de venta y distribución de combustibles. Aunque cambiar no siempre equivale a mejorar, para mejorar hay que cambiar.



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