La puesta en escena de Chappell Roan, llena de magia, referencias históricas y teatralidad, nunca deja indiferente. Ya lo demostró en una de sus primeras apariciones televisivas, cuando recordó que era “la artista favorita de tu artista favorita” con un traje de plumas y más plumas en sus pestañas ante un atónito Jimmy Fallon hace apenas un año. En ese tiempo, la cantante, nacida hace 27 años en Willard (Missouri, EE UU), se ha convertido en un auténtico fenómeno y la noche del sábado arrasó como cabeza de cartel del Primavera Sound de Barcelona. Su estilismo, que fue evolucionando y perdiendo capas a lo largo del concierto, subrayó la originalidad de su propuesta estética, su cuidado del detalle y la reflexión que hay detrás de cada uno de sus looks. Roan salió al escenario —que remitía a una especie de cuento gótico con llamas, truenos, dragones y rejas— con un cetro, un tocado de mariposa y una capa creada con jirones satinados y flores en el escote. Debajo, un body de pedrería (añadida a mano por el neoyorquino Le Rinhestud) a juego con las piezas que cubrían sus piernas y brazos. Genesis Webb, estilista de la Princesa del Medio Oeste, desarrolló esta idea junto al dúo de diseñadores de referencia de la artista, James Nguyen y Alexander Cole Gottlieb.

La pareja de diseñadores se define en su web como “un dúo creativo con base en Brooklyn, que combina sus raíces (vietnamita por parte de James y judío-argentino-estadounidense por parte de Alexander) para contar historias a través del teatro, la danza, la música y el cine”. Han trabajado en musicales de Broadway como My Fair Lady o Mean Girls y ambos son graduados de la Tisch School of the Arts, prestigiosa escuela de artes de la Universidad de Nueva York, donde estudiaron figuras como Lady Gaga o Spike Lee. A través del estilismo creado para el Primavera Sound, Nguyen y Cole dejaron patente su curiosidad a la hora de buscar referencias: en las dos últimas apariciones de Roan, su equipo —capitaneado por la directora creativa Ramisha Sattar— está rindiendo homenaje a la historia del teatro a través de estilismos inspirados por C. Wilhelm, un diseñador de vestuario de teatro, ballet y ópera que vivió entre 1858 y 1925, cuyos bocetos pueden verse en instituciones como el Museo Victoria & Albert de Londres.
Wilhelm —cuyo nombre real era William John Charles Pitcher— nació en el Condado de Kent y desarrolló su carrera profesional como figurinista en Londres. Sus creaciones, llenas de imaginación y referencias a la naturaleza, se pudieron ver en teatros como el Crystal Palace o Drury Lane. La web del Victoria & Albert afirma que “fue uno de los creadores de vestuario más inventivos y prolíficos de finales del siglo XIX”. Y además, añade, supo conquistar al público con sus propuestas: “Su meticulosa atención al detalle y su capacidad para crear trajes visualmente impactantes y decorativos atrajeron tanto a productores como al público, lo que le aseguró un flujo constante de trabajo”. La Enciclopedia Británica destaca que fue “ingenioso” y que “transformó insectos, flores, aves y reptiles en vestuarios para la danza”. El propio Alexander Cole compartió a través de una historia de Instagram una imagen de bocetos de Wilhelm, acompañados del mensaje “a dream” (un sueño), entre ellos personajes de El sueño de una noche de verano o del ballet del muérdago de la pantomima Dick Whittington.
Plumas, flores y diseños zoomorfos predominaban en las creaciones de Wilhelm, en las que tampoco faltaban el misterio y el surrealismo. Precisamente estos mandaron en el Festival Orange, el concierto anterior al del Primavera Sound para Roan, que tuvo lugar el 30 de mayo en Varsovia (Polonia). En ese directo, una ilustración de Wilhelm fue también la inspiración detrás del conjunto que lució la artista, creado para ella contra reloj por el diseñador californiano Gunnar Deatherage. Él mismo contó en su Instagram que recibió el encargo solo seis días antes del concierto y que en ese tiempo récord creó siete gorgueras isabelinas, una escultura 3D para el sombrero y el cetro con que replicaban el rostro de Roan, pintado por el artista Christopher Minafo, que también plasmó su rostro en el corsé. La dupla creativa compartió en sus redes el proceso de costura del modelo y el boceto original de Wilhelm del que partió todo, acompañándolo de la nota “1800’s inspo” (inspiración de 1800).
Aunque debutó en la industria musical con un EP, School Nights, en 2017, el fenómeno Chappell Roan ha eclosionado en el último año, con el éxito de su álbum The Rise and Fall of a Midwest Princess, que en febrero la llevó a recibir el Grammy a la mejor nueva artista. En la ceremonia cantó uno de sus hits, Pink Pony Club, y deslumbró con su propuesta escénica. Para hacer realidad sus fantasías sobre el escenario, Chappell Roan se ha rodeado de un pequeño equipo creativo —Sattar, Webb, Nguyen y Cole— que la está acompañando en su meteórico ascenso a la fama. A Webb la conoció en una sesión de fotos para V Magazine; ella era la estilista ese día y desde entonces no la ha abandonado. “Conectamos mucho fácilmente, porque tenemos el mismo origen y nos criamos de forma similar. Simplemente funciona”, explicó Webb en una entrevista a Paper Magazine en 2024. Tienen la misma edad, Webb es de Oklahoma y comparten referencias, desde su pasión por el mundo drag al universo trash de John Waters o la estética indie noventera de Harmony Korine. “La moda ocupa un lugar muy interesante en este momento. Piensa en Galliano a principios de los 2000 en Dior. Eso era puro espectáculo y muy drag. Me alegra que estemos teniendo una especie de resurgimiento de lo teatral dentro de los desfiles. Montar un espectáculo dentro del espectáculo es realmente genial”, aseguraba en Paper. En los últimos meses, la relación con la industria de la moda de la cantante ha ido creciendo: en marzo asistió a diferentes desfiles de la semana de la moda de París (de Valentino a Rick Owens) y en un momento del concierto del Primavera Sound llevó unas piezas de Valentino, cuyo director creativo es Alessandro Michele, desde 2024. Jaoven Ricoeur, director de Celebrities & Influencer de la firma, compartió en sus redes un vídeo en el que agradecía el guiño a Roan, que cantaba con uno de los bolsos con forma de animal de la firma en la mano.








En sus actuaciones y apariciones en la alfombra roja, Roan ha evocado el ballet El lago de los cisnes, la Divine de Pink Flamingos, versionado a la Estatua de la Libertad o reinterpretado una armadura medieval. Detrás de todas esas puestas en escena se encuentra una amistad, y afinidad, que nació en internet. Su directora creativa, Ramisha Sattar, recordaba a finales del año pasado en una entrevista en Byline, cómo surgió todo: “Nos seguíamos en Instagram y empezamos a juntarnos porque ella necesitaba ayuda con diseño para su proyecto, y de ahí nos hicimos mejores amigas. Mientras íbamos creando el mundo de The Rise and Fall of the Midwest Princess, no parecía trabajo, sino que estábamos jugando. Hacíamos noches de manualidades donde decorábamos cosas con brillitos, o íbamos a mercados de pulgas o a Santee Alley a buscar cosas raras. Fue muy divertido”. Sattar, de 25 años y origen paquistaní-estadounidense, nació en Nebraska y creció en Texas. Se graduó en Dallas en 2021 con una licenciatura en Artes, Tecnología y Comunicación Emergentes y desde muy joven desarrolló sus intereses creativos; solía escribir en la publicación Rookie, fundada por Tavi Gevinson, y realizaba ilustraciones y collages. Está por ver qué nuevas visiones creativas depararán los próximos espectáculos de Roan. Tras un parón de unos meses para coger fuerzas, ahora la artista y su equipo se enfrentan a una gira estival europea y ya tienen anunciado un concierto en noviembre en México.