El satanismo está de moda. No hay ceremonia en la que no falten claves y mensajes ocultos que se relacionan con el maligno, ni festival que esconda símbolos diabólicos para implementar el Nuevo Orden Mundial (NOM). Hemos visto como altos funcionarios y militares del proceso de revelación extraterrestre preferían no mover el asunto ovni por miedo a que detrás del fenómeno haya entidades espirituales satánicas. El último en culpar de los males del mundo al diablo es el dictador venezolano Nicolás Maduro.
Durante una tertulia sobre el fascismo celebrada en Caracas, en la que también participó uno de los fundadores de la formación española Podemos, Juan Carlos Monedero, el líder venezolano aludió a los «pactos satánicos, ocultistas y esotéricos de Mussolini y Hitler, y los juramentos de las sectas de las que formaban parte. Han salido a la luz -según dijo- por los pactos satánicos de Elon Musk y del fascismo venezolano«.
Nicolás Maduro denuncia un complot satánico contra Venezuela. Como en la Edad Media, el Diablo explica todos los desastres y se relaciona con la disidencia política o religiosa. Te lo cuento aquí 👇https://t.co/Un0U16sMIe pic.twitter.com/rwiS8s9qfn
— Josep Guijarro (@josepguijarro) August 27, 2024
No es la primera vez que Maduro atribuye prácticas «esotéricas» a la oposición. En una de las intervenciones públicas tras la controvertida proclamación del ganador de las elecciones presidenciales de finales de julio, Maduro aseguró que el gobierno debe lidiar con los «demonios». Y, agregó, “no estoy exagerando. Tienen un pacto satánico con la Iglesia Satánica de Estados Unidos.”
El régimen venezolano “sabe bien” de lo que habla pues según reveló el general Raúl Baduel, ex Ministro de Defensa, Hugo Chávez creía en la brujería, por eso Castro habría logrado colocar maestros santeros en puestos clave del gobierno en Venezuela para distraer a Chávez, convertirlo a la santería cubana y lograr un aliado político con poder económico en el petróleo.
En el Palacio Presidencial de Miraflores se realizaban rituales de espiritismo a los que acudían los jerarcas del chavismo. Según revela el periodista David Placer en su libro Los brujos de Chávez, el presidente dejaba una silla vacía en las reuniones con sus asesores para Simón Bolívar, con quien mantenía charlas hasta altas horas de la madrugada.
La reflexión de Maduro, en medio de una confusa incursión histórica, terminó reconociendo que el satanismo es un asunto muy «interesante, porque a la gente le gusta ese tema espiritual. Sobre todo en Venezuela, donde la gente es muy cristiana y muy noble».
El líder bolivariano cree que su régimen está experimentando un «golpe de Estado cyberfascista» gracias a las redes sociales y las «sectas demoniacas» que llegadas desde el «Imperio» (como califica a los Estados Unidos) están influyendo en la oposición venezolana.
El fascismo venezolano y Elon Musk hacen pactos satánicos, según Maduro
Maduro ya la tenía tomada con el CEO de Tesla y X, Elon Musk, quien no duda en denunciar la dictadura de Venezuela cada vez que tiene ocasión. En agosto tras la sentencia del Tribunal Supremo bolivariano para blindar el fraude electoral de la dictadura, canceló redes sociales como Whatsapp o X, y dio orden a sus fuerzas revolucionarias para revisar los teléfonos móviles como excusa para ordenar el arresto de civiles… pero la culpa -como en la Edad Media- es del diablo.
Durante los siglos XI y XII, el diablo se convierte en la metáfora perfecta de todo lo que molesta al poder político y espiritual. Explica todos los desastres naturales y es relacionado con la disidencia política o religiosa. Como ahora, Satán es el arma perfecta para reformar la sociedad e imponer un férreo control social.
Sí, Hitler y Mussolini se relacionaron con prácticas mágicas y esotéricas de su tiempo del mismo modo que Chávez, Castro y otros líderes socialistas porque la magia no entiende de ideologías sino de creencias y éstas siguen arraigadas en el seno de las sociedades de origen judeocristiano.