«La letra es la letra», dijo la indígena y activista guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, al participar en la apertura de la III Feria Internacional del Libro de Coyoacán (FILCO), que se celebra hasta el 16 de junio.
«Las letras son inmortales, eso es lo que tenemos que seguir inculcando a nuestros niños y a nuestros jóvenes, a pesar de que estamos en una era de la tecnología, en una era de la virtualidad», agregó.
Menchú fue uno de los invitados de honor a la inauguración del encuentro editorial que arrancó con un homenaje al arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma.
La Nobel de la Paz recordó que llegó a México por primera vez hace 46 años y que muy rápido conoció Coyoacán:
«Porque allá, en la esquina, vivía don Luis Cardoza y Aragón, un gran escritor guatemalteco, exiliado por aquellos años y después conocí a don Tito Monterroso, dos grandes escritores guatemaltecos que tanto dieron a México».
La activista inició su participación reconociendo a los pueblos indígenas ancestrales que habitaron alguna vez Coyoacán y consideró que «los libros encierran en cada una de sus páginas huellas de nuestro espíritu, por eso se dice que un libro tiene un espíritu y todos los que lo conocieron, no el libro, sino los que conocieron la historia antes de que nazca un libro, están ahí, o felices o enojados, porque así son las ideas».
Después, Matos Moctezuma recordó que hace 32 años cuando Menchú recibió el Premio Nobel, ella eligió depositar en el Museo del Templo Mayor la medalla correspondiente.
«Rigoberta tuvo esa sensibilidad de pedir depositar la medalla del Premio Nobel, y el diploma, en un lugar de presencia indígena, tuvo ese detalle para que lo pudieran conocer los visitantes y allí está».
La guatemalteca advirtió entonces que el depósito era provisional y más tarde vería el momento adecuado para regresarlos a su país.
Matos agregó que «es a través del libro cómo vamos a poder ampliar nuestros horizontes, cómo vamos a poder profundizar en el tiempo, pero también en el futuro». Para homenajear al arqueólogo, la FILCO invitó a su colega y alumno, el también arqueólogo Leonardo López Luján, quién compartió un extenso discurso sobre la relación de amistad, de trabajo e intelectual que han compartido.
En la ceremonia, en la que estuvo presente el alcalde Giovanni Gutiérrez, el director del encuentro Gerardo Valenzuela, señaló que la FILCO reúne durante diez días ,más de 700 sellos editoriales y un programa con más de 340 actividades literarias, artísticas y culturales. Este año, la reunión editorial tiene como invitados al estado de Guanajuato, la Francofonía y el pueblo originario de Coyoacán, La Candelaria, mientras que los ejes temáticos son la longevidad y la mujer con un programa especial dedicado a los adultos mayores que incluye conversatorios, talleres, presentaciones editoriales, conciertos y un baile para la tercera edad.
A DETALLE
- El foro principal de la feria lleva el nombre de Jorge Ibargüengoitia.
- La feria se puede visitar todos los días de 11:00 a 21:00 horas, de manera gratuita.
- 700 editoriales participan en el encuentro
- 3 ediciones de la FILCO se han realizado
- 340 actividades literarias y artísticas se llevan a cabo
- 3 invitados de honor tiene la feria del libro
Fotos: Cortesía Eliott González/FILCO
MAAZ