Lo que hace algunos años era un tema de películas de ciencia ficción, poco a poco se va convirtiendo en una cuestión cotidiana, gracias a los avances tecnológicos que permiten incorporar novedosas prácticas a cientos de labores.
El tema de la seguridad no es la excepción y, actualmente, corroborar tu identidad empleando tu rostro para activar una tarjeta de crédito, por ejemplo, es algo cada vez más usual que, al mismo tiempo, propone serios debates en cuanto a privacidad.
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“Hoy en día, el reconocimiento facial es un tema muy sensible en todo el mundo, porque la gente tiene miedo que las empresas, y no necesariamente empresas, se queden con los datos personales, la biometría.
“Estamos muy conscientes del tema de la inteligencia artificial, que este año fue el boom y nos dice que los algoritmos de seguridad de años anteriores ya no sirven”, explica en entrevista con El Heraldo de México Francisco Medina, director de la empresa de seguridad Armatura.
Un tema de ceros y unos
Contra lo que se pudiera pensar, estos filtros de seguridad que se emplean a nivel empresarial para entrar a áreas clave o sensibles en las empresas no almacena imágenes o archivos de audio, precisamente para evitar el mal uso de dicha información.
“En el caso de poder abrir una puerta, por ejemplo, para nosotros no tiene qué ver mucho con almacenamiento de datos, en realidad tiene que ver con ofrecer seguridad al usuario final.
“Ya no necesitas traer una tarjeta, no necesitas traer llaves, nada. Para conciliar el tema de privacidad, lo que hago es en mi celular guardo mi rostro, el celular hace un algoritmo en la aplicación y genera un código QR comprimido, que es algo matemático, nunca existe un rostro, nunca existe una imagen”, detalla Medina.
Con la información encriptada en el QR, el lector identifica y coteja los datos contra los de la persona que posee el dispositivo, sin realizar un almacenamiento de imagen, lo que garantiza que tus datos estarán seguros.
Seguridad en la palma de tu mano
Crear códigos dinámicos que van cambiando cada pocos segundos es otro de los filtros que permiten que el acceso se vuelva cada vez más seguro, pero incluso hay técnicas que parecen sacadas directamente de la ciencia ficción.
Usar otros factores de identificación, además del rostro o la huella digital como se ha hecho a lo largo del tiempo, permite tomar la delantera en estos temas contra hackers y otro tipo de ciberdelincuentes.
“Ahora lo que estamos haciendo es reconocer la palma de la mano. La tecnología es multi espectral: primero reconoce la geometría exterior de la palma; segundo, la geometría de las venas. La parte interna es un doble factor de seguridad que me va a asegurar que no vas a prestar tu palma y, si ya no está vivo, no van a funcionar las venas”, argumenta.