Europa descubre América en el fútbol de clubes. Si Brasil y Argentina nunca dejaron de ser potencias como selecciones, el nuevo invento de la FIFA demuestra un escenario inesperado: el Mundial de Clubes tiene en sus primeros días tanto de Champions League como de Copa Libertadores. E incluso, al menos por un rato, de la Concachampions.
Seguramente el Mundial de Clubes terminará con la consagración de algún equipo europeo, tal como ocurre de manera consecutiva desde 2013, pero mientras tanto los equipos sudamericanos -cuatro brasileños y dos argentinos- terminaron invictos en sus primeras presentaciones. En todo caso, era esperable que los equipos curtidos en la competitividad de la Libertadores vencieran a los representantes de las confederaciones de América del Norte, África y Asia: no llamaron la atención los triunfos de Botafogo ante Seattle Sounders de Estados Unidos el domingo, de Flamengo sobre Espérance de Túnez el lunes ni de River Plate contra Urawa Red Diamonds de Japón este martes.
Pero la novedad es que Sudamérica -y Latinoamérica- también sobrevive a Europa. Primero pareció que esa paridad era únicamente contra los portugueses: el domingo, Palmeiras empató 0-0 contra Porto en Nueva Jersey aunque mereció ganar. El lunes, Boca tuvo contra las cuerdas al Benfica en Miami con un 2-0 parcial hasta que justamente dos jugadores argentinos, Ángel Di María y Nicolás Otamendi, marcaron el 2-2 final.
Hasta que ya durante el martes la paridad Sudamérica-Europa se extendió geográficamente con la igualdad 0-0 entre Fluminense y un peso pesado de Alemania, el Borussia Dortmund, en Nueva Jersey. Y como si fuera poco, en el último turno, Monterrey -primer mexicano en presentarse en el Mundial de Clubes- le sacó un empate 1-1 al Inter, subcampeón de Europa, en Los Ángeles. Del resto de América, únicamente los equipos de la MLS, el país anfitrión, por ahora no estuvieron a la altura del torneo.
En el primer turno de la cuarta jornada del torneo, el Fluminense -sexto en el actual Brasileirao- dominó en varios momentos al Borussia Dortmund -cuarto en la última Bundesliga-. El equipo brasileño mostró más energía, intensidad y rapidez para ganar las pelotas divididas contra un rival desenfocado, sin fútbol desde hacía un mes. Un gran Gregor Kobel incluso evitó la derrota alemana pero no el reconocimiento del técnico del Dortmund, Niko Kovač, hacia los brasileños.
“Los europeos a veces pensamos que el fútbol solo se juega aquí, pero también se juega un fútbol excelente en Sudamérica”, dijo el entrenador croata. “El Fluminense es un equipo con mucha experiencia, mucha posesión y mucha calidad individual en ataque”, agregó Kovač, mientras los jugadores del equipo brasileño también hablaron de un escenario mucho más parejo de lo pensado: “La Liga brasileña es una de las mejores del mundo. No somos tan diferentes con los equipos europeos. Todo está muy igualado y se notó en la cancha”, dijo el delantero argentino Germán Cano, héroe del campeón de la Libertadores 2023. “El Borussia es una potencia europea y fue subcampeón de la Champions hace dos años. Los respetábamos, pero sabíamos que teníamos herramientas para ganar”, agregó el delantero colombiano Jhon Arias.
Incluso el nuevo entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso, fue consultado este martes sobre la buena presentación de los equipos sudamericanos. “Los brasileños han dado muy buen nivel. Palmeiras, Botafogo, Flamengo y Fluminense van a ser equipos difíciles, con un gran nivel. Esta competición tiene muchos alicientes porque a veces nos centramos mucho en Europa, en lo que pasa en Europa, y nos creemos que no hay nada más, y estamos muy equivocados. Fuera de lo que es Europa hay muy buenos equipos, y esto nos da la oportunidad para ver dónde estamos”.
Más allá del triunfo 3-1 de River Plate sobre el Urawa Red Diamonds en Seattle con el talento en cuentagotas de Franco Mastantuono, futuro jugador del Real Madrid, y del triunfo 1-0 del Mamelodi Sundowns de Sudáfrica en Orlando sobre el Ulsan Hyundai de Corea del Sur, la jornada del martes terminó con la mayor sorpresa del torneo hasta ahora. En Los Ángeles, el Inter de Italia comenzó jugando sin tensión, como si fuera un partido de pretemporada, y terminó desesperado, envuelto en la telaraña del Monterrey más español, el de los futbolistas Sergio Ramos, Sergio Canales y Óliver Torres, y el del técnico debutante, Domènec Torrent Font.
A los 39 años, un atemporal Ramos abrió el marcador con un cabezazo de su estirpe. Y aunque Lautaro Martínez igualó sobre el final del primer tiempo, el Monterrey terminó más cerca del triunfo que los italianos. Ya en el descuento, el colombiano Nelson Deossa tuvo la épica en su pie izquierdo, pero la pelota dio en la parte externa de la red de un sorprendido Yann Sommer.
Este miércoles, por la quinta jornada del Mundial de Clubes, se jugará otro duelo mexicano-europeo entre Pachuca y Red Bull Salzburgo, de Austria, por el Grupo H. Además será el debut de dos grandes candidatos, de Real Madrid contra Al Hilal, de Arabia Saudita, también por la zona H, y de Manchester City ante Wydad, de Marruecos, por el grupo G, en el que también la Juventus se estrenará ante Al Ain, de Emiratos Árabes.
Tras el 2-2 de Boca ante Benfica, el lunes, al entrenador de Boca le preguntaron si los equipos sudamericanos habían acortado la diferencia con los europeos. “Creo que todavía los argentinos y los europeos tenemos una brecha muy grande, aunque los brasileños sí equiparán”, profetizó Miguel Ángel Russo. Si Argentina domina a nivel selección, los brasileños llegaron a Estados Unidos para recuperar algo del prestigio perdido por Sudamérica a nivel clubes.
