La guerra de Ucrania se coló este lunes por la noche (hora de Washington) en la cena con la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agasajó en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que acudió a Washington con una propuesta de alto el fuego encima de la mesa. Antes de empezar a comer, Trump afirmó, a las preguntas de los periodistas, que Estados Unidos está listo para enviar “más armas” a Ucrania, días después de que Washington anunciara que el Pentágono había suspendido algunos de esos envíos a Kiev.
“Tenemos que hacerlo”, declaró Trump sobre la posibilidad de reanudar el suministro de armas de Estados Unidos a Ucrania. “Tienen que poder defenderse. Están recibiendo un golpe muy duro ahora”.
El presidente estadounidense especificó después que la remesa en la que está pensando será “principalmente” de “armas defensivas”, porque, aclaró, “mucha gente está muriendo [en Ucrania] en este caos”.
La Administración de Trump justificó el parón de sus envíos al país atacado por Rusia diciendo que las reservas militares de Estados Unidos estaban más bajas de los deseado por el Pentágono.

El presidente, que llegó por segunda vez a La Casa Blanca prometiendo que acabaría con la guerra en su “primer día” en el Despacho Oval, se ha encontrado con un hueso duro de roer en Vladímir Putin, presidente ruso, a quien no ha logrado convencer de que se siente a negociar una paz seis meses después. Trump y Putin hablaron por teléfono el jueves durante una hora, y Trump declaró posteriormente que “no había logrado ningún progreso”. “No estoy nada contento con el presidente Putin”, insitió Trump a la prensa el lunes en la Casa Blanca.
También corrió a insistir en uno de sus argumentos favoritos, el de que “esto [la invasión rusa de Ucrania] es algo que nunca habría sucedido” de haber sido él presidente.
Informaciones contradictorias
El viernes pasado, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, habló por teléfono con Trump, al que insistió en la necesidad de que Estados Unidos aporte recursos de defensa antiaérea para Ucrania. Ese día, Rusia llevó a cabo uno de los bombardeos más intensos sobre Kiev en los más de tres años que ya dura la guerra. “Hemos acordado que trabajaremos para incrementar la protección en el cielo. Hemos acordado que nuestros equipos se reunirán”, dijo Zelenski en sus redes sociales.
Este lunes, el diario The Wall Street Journal informó de que en aquella llamada, Trump le dijo a Zelenski que había ordenado al Pentágono una revisión de las reservas de municiones estadounidenses poco después de atacar tres instalaciones nucleares iraníes, pero que no ordenó al Departamento de Defensa congelar las entregas de armas a Kiev. El Journal citó en su exclusiva fuentes anónimas al tanto del contenido de la conversación.
El Pentágono confirmó el martes pasado que había frenado en seco el suministro de armas que son clave para la defensa ucrania, alegando que Estados Unidos y otros aliados las necesitan más. Entre el armamento cuyo envío se cancelaron se encuentran docenas de misiles de defensa antiaérea Patriot, cruciales para resistir a los ataques de larga distancia rusos.