El olfato está estrechamente ligado al sistema límbico, la sala de máquinas de las emociones y la memoria. El olor puede transportar la mente a lugares, personas o momentos, como la magdalena mojada en té de Proust. “Los 11 aromas que tenemos están inspirados en aquellos lugares o personas que han sido importantes a la hora de crear el proyecto”, dice Nicolás García, el 50% de Eleven People, el estudio de aromatización que creó en 2019 junto a Carlos Martínez, con quien además de aventura empresarial comparte vida.
Martínez y García, que se conocieron hace una década en Madrid, comenzaron haciendo velas en casa para ellos y para regalar a familia y amigos, quienes a su vez empezaron a pedirles más para hacer lo propio. “Nicolás anteriormente tenía una tienda de decoración con su familia y ya hacía algunas velas. Y a mí el mundo de los aromas siempre me ha fascinado”, cuenta Martínez, venezolano de 39 años. “Creo que teníamos eso en común; de poder hacer algo juntos”, recuerda. Decidieron mudarse a la Asturias natal de García, de 36 años, y que su negocio echase raíces allí, en la pequeña parroquia de Barcia: “En casa de la abuela de Nico tenía un antiguo pajar y ahí fue donde hicimos el proyecto, cuando ya le dimos forma”, apunta.
Lo que comenzó como una afición en su cocina fue tornándose profesión con talleres, libros y, debido al impacto de la covid-19, en tiempo para investigar y experimentar. Actualmente, en el catálogo de Eleven People hay velas hechas con cera de soja y mechas de algodón orgánico, ambientadores sólidos y difusores en formato mikado (que utiliza varillas) y espray, cuyos aromas están elaborados con aceites botánicos. “Desde el inicio tuvimos claro que queríamos crear un producto lo más respetuoso posible con la naturaleza”, asegura García. Una idea que también se extiende, cuentan, al embalaje, con cajas recicladas fabricadas a partir de residuos orgánicos.
Sus principales mercados están en Estados Unidos y Suiza, aunque también están presentes en España, Francia o Alemania, y han comenzado a trabajar con Hong Kong y Singapur este año. Aunque los productos se pueden comprar a través de su página web, sus principales clientes son otras empresas que buscan una diferenciación a través de los aromas. La compañía ingresó más de 315.000 euros en 2024, es rentable y su producción sigue únicamente en manos de los fundadores. Este año han incorporado a un nuevo trabajador.
Aparte de la elaboración y venta de productos —responsable de la mayor parte del negocio—, Eleven People también imparte talleres. Además, ofrece un servicio de diseño y desarrollo para empresas que les ha llevado a colaborar, entre otros, con la cadena de hoteles Meliá y el grupo de restauración Tragaluz. “Les creamos la línea de aromatización en base a ese marketing olfativo que buscan”, relata García sobre esta actividad en la que están comenzado a trabajar con clientes extranjeros. Los socios ultiman los detalles de su asistencia a una feria referente en el sector, tras la que verán qué nuevos horizontes se abren para una compañía que, dicen, no ha dejado de sorprenderlos y brindarles oportunidades.